Si te falta una ayudita para convencerte de hacer ese viaje que te anda dando vueltas en la cabeza, ¡no lo dudes! En este post comento cuáles son las 10 razones que te pueden motivar a viajar (siempre desde mi punto de vista). Vale aclarar que estos tips son para viajes “por libre” –como dicen los españoles- o realizados y organizados por vos mismo, sin intermediarios. Difícilmente estos motivos puedan aplicarse a viajes llevados a cabo enteramente por agencias de viajes.
- Romper la rutina: ¿El stress del trabajo, la universidad, las tareas cotidianas, la vida sedentaria te está matando? No importa cuánto tiempo dure, un viaje puede ayudarte a salir de esa etapa de estancamiento por la que estás pasando. Siempre es bueno cambiar de aire para sentirse renovado.
- Conocer nuevos lugares: ¿Te cansa caminar todos los días por las mismas calles, ir de casa al trabajo y del trabajo a casa? No hay nada más gratificante que conocer nuevos lugares que enriquezcan tu experiencia y hagan del mundo un lugar menos hostil y desconocido.
- Interactuar con personas de diferentes culturas: Solemos estar en contacto con personas de nuestra propia cultura y mirar con ojos extraños a personas de otras culturas que viven a nuestro alrededor. Conocer personas de otros países o regiones puede ayudarnos a entenderlas, a saber por qué son como son y a romper con los estereotipos.
- Visitar amigos o familiares en el exterior: ¿Tenés un amigo que hace años que no ves? ¿Por qué no vas a visitarlo? Seguramente se alegre de verte y te ofrezca alojamiento gratuito en su casa, además de hacerte de guía por la ciudad en la que vive.
- Cerrar un ciclo en la vida: Algunas personas eligen viajar al finalizar una etapa importante de sus vidas. Por ejemplo, muchos deciden hacer un viaje de mochileros cuando terminan los estudios universitarios, otros toman la decisión de viajar cuando terminan una relación amorosa. Un viaje puede servir como el fin de un ciclo en nuestras vidas y como el comienzo de otro nuevo.
- Aprender: No sólo vas a aprender de geografía, o de historia, sino que podés aprender algún idioma o alguna habilitad como, por ejemplo, bucear o leer mapas. Nuevas experiencias conllevan nuevos aprendizajes, no lo olvides.
- Sentirte libre: Es indescriptible la sensación de libertad que se puede sentir cuando la rutina no es parte de tu día, cuando siempre hay algo nuevo por descubrir, cuando estás lejos de casa. No necesariamente tenés que irte de viaje por el mundo para sentirte libre al viajar. Puede ser un año o unos cuantos días, pero la sensación de ser artífice de tu propio destino es inherente al viajar (por tu propia cuenta, claro).
- Convertirte en antropólogo amateur: ¿Te interesa estudiar la conducta humana? Nada mejor que ser un extranjero en una sociedad que nos es ajena para poder analizar esas costumbres o tradiciones que los locales tal vez no advierten. No hace falta ir a una tribu en el Amazonas, cualquier sociedad es plausible de ser analizada por quien guste. Eso sí, no te consideres superior a ellos, solamente es otra cultura, ni mejor ni peor.
- Practicar un idioma: Es interesante realizar un viaje de idioma, muchas academias o escuelas de lenguas lo hacen. Así podés poner en práctica todo lo que aprendiste, o que creíste que habías aprendido. Hay que salir del aula y enfrentarse al mundo real.
- Ponerte a prueba: ¿Sos capaz de viajar solo? ¿Sos capaz de leer mapas y no perderte? ¿Sos capaz de sobrevivir en una ciudad que no es la tuya? ¿Podés organizar un viaje vos sólo y sin ayuda de nadie? Siempre que quieras ponerte a prueba, un viaje puede resultar interesante. Quién sabe, incluso podés descubrir que sos una persona muy distinta de como creías ser.
Si estos motivos no te convencieron todavía, no hay nada mejor que viajar y así poder descubrir tus propios motivos. No te vas a arrepentir, te lo aseguro.