En este post les vamos a contar cómo fue nuestra experiencia en el 25 Hours Hotel Bikini Berlin. Es un hotel que se encuentra junto al Zoo y en el área de Kurfürstendamm, ideal para hacer shopping.
Ubicación
Como ya mencioné, el 25 Hours Hotel Bikini Berlin está en una zona muy movida, con muchos negocios y medios de transporte. Se puede ir a la Puerta de Brandeburgo caminando, por ejemplo, y tardar entre 30 y 40 minutos, pero mejor hacerlo en los buses 100 o 200 que tardan la mitad del tiempo. Si sacan la Berlin Welcome Card, de la que vamos a hablar en otro post, les conviene siempre usar el eficiente transporte público de la capital alemana.

La zona nos gustó porque, si bien había turistas, no era como Alexanderplatz que había gente por todos lados. Era un barrio bastante tranquilo, aunque no muerto. Estaba cerca de atracciones turísticas pero no exactamente en el medio del caos.
Habitación
Como lo dijimos en el video (y nunca me voy a cansar de decirlo), una de las mejores cosas de la habitación es la vista. Tenes todo un ventanal entero con vistas al Zoo de Berlín. De hecho, por las mañanas nos despertábamos con el ruido de las aves jugando (no sé si juegan pero eso parecía) y lavándose en un estanque.

Gracias al ventanal, la habitación tiene mucha luz natural. Pero si no es lo tuyo, podes tapar la ventana y relajarte con la luz tenue que proveían las lámparas de diseño moderno. Al no tener buena visión, para mí (Nair) es muy importante que haya buena iluminación en los lugares donde me hospedo.
La cama era súper cómoda y espaciosa, con un edredón súper calentito que nos abrigó toda la noche, ya que las temperaturas no eran muy cálidas todavía, aún siendo primavera. De día podían hacer 10-15 grados, y de noche la temperatura bajaba bastante. Sin embargo, no nos gustó mucho que las almohadas fueran tan blandas, ya que preferimos que tengan un poco más de estructura. Igual, esto es una preferencia personal.

En general, la habitación estaba muy bien. El tamaño era ideal para dos personas (22 m2). Nunca nos sentimos atrapados o ahogados y podíamos estar en el baño, en la cama o en la increíble hamaca paraguaya sin molestarnos el uno al otro.

Baño
El baño era de estilo abierto, excepto el inodoro, y se componía de una ducha abierta, rodeada de azulejos negros que estaban por toda la zona del baño. La pileta estaba igual en una zona abierta. Lo único cerrado era el cuartito donde estaba el inodoro.

Esto es para tener en cuenta por si van con un amigo o una amiga, por ejemplo, y no quieren que los vean bañandose. Igual hay cortinas para cubrir la zona del baño y dividirla, de alguna manera, de la habitación. Sin embargo, no da una sensación de privacidad, por eso creo que es más para parejas o para personas desinhibidas 😛

Desayuno
Es estilo buffet pero de buena calidad. Había croissants, panes de diversos tipos, mermeladas, nutella casera, muchos quesos y fiambres, y obviamente podías hacerte panqueques y todas esas cosas que nosotros nos acostumbramos a comer en Argentina.

Bajamos siempre luego de las 8:30-9:00 hs a desayunar y había mucha gente comiendo. No sé si era porque estábamos en Semana Santa o si siempre es muy concurrido el restaurant del 10° piso del hotel, llamado Neni. También se puede visitar si no te hospedas en el hotel pero creo que hay que reservar.

Sustentabilidad
El hotel es muy bici-friendly, como se ve en toda la decoración. De hecho, Berlín es una ciudad llena de ciclistas y hay ciclovías por todos lados. Se pueden alquilar bicicletas en el hotel y ahí te asesoran sobre las rutas que podés hacer. Nosotros queríamos alquilarlas, pero como teníamos un pase de transporte, era mucho más fácil ir en bus, S-bahn o U-bahn a cualquier lugar.

Como en otros lugares del mundo, sobre todo en Europa, en este hotel se fijan mucho en el cuidado de la naturaleza y te invitan a no desperdiciar agua. Nosotros no somos gente «derrochona» ni siquiera en casa, así que nos parece genial que los hoteles promuevan el uso responsable de los recursos naturales.