Casa Loma es el único castillo de Norteamérica. Ese hecho ya es suficiente para que se convierta en una de las atracciones turísticas más importantes de Toronto.
En realidad, no es un castillo medieval o renacentista como nos imaginamos cuando escuchamos la palabra «castillo». Tampoco es una fortaleza antigua. No, es una mega mansión de 98 habitaciones construida en el medio de Toronto, en una zona alta donde hay una loma (de ahí su nombre) y desde donde se puede ver toda la ciudad.

Un poco de historia
El dueño original de Casa Loma se llamaba Sir Henry Mill Pellatt, un soldado y luego empresario canadiense que logró su fama al fundar la Toronto Electric Light Company en 1883, empresa que llevó por primera vez la electricidad a las calles de la ciudad.

Su esposa, Lady Mary Pellatt, fue la primera Comisionada en Jefa de las Niñas Exploradoras de Canadá. Con ella tuvo un solo hijo, Reginald, quien no tuvo herederos. Luego de la muerte de Mary, se casó en 1927 con Catharine Welland Merritt, pero el matrimonio duró hasta 1929, año en que la misma falleció.

Sir Henry tuvo una carrera prominente y pronto sus negocios se expandieron, pero su única obsesión era construir un castillo en el medio de Toronto.

Esta pasión por los castillos venía de sus años adolescentes, cuando viajó a Europa y se enamoró de la arquitectura de esos edificios medievales y románticos que tanto adoramos los que venimos de lugares donde los edificios son más nuevos.

La inspiración directa del visionario empresario era el Castillo del Balmoral, en Escocia, que actualmente es la residencia estival de la Reina Isabel II del Reino Unido, aunque lo es desde 1848 cuando fue alquilado a la Reina Victoria I. Y como Canadá es parte de la Commonwealth, les encanta admirar todo lo que sea británico o digno de reyes.

Sir Henry quería usar su fortuna millonaria para llevar a cabo su sueño de construir un castillo neogótico, por lo que se puso manos a la obra y, luego de dos millones de horas de trabajo y tres millones y medio de dólares canadienses de 1911, creó Casa Loma. Fue la mayor residencia del país al momento de su finalización, en 1914. Todos estos gastos se sumaban a los 50 mil dólares canadienses al año para pagar los sueldos de los 40 empleados que vivían ahí y mantenían la casa.

Como nerd que soy, una de las habitaciones que más me impresionó de Casa Loma fue su biblioteca. Además de la cantidad de libros que alberga, tiene un techo de ensueño.

A los Pellatt, como a tantas otras familias adineradas del Nuevo Mundo, les gustaba seguir las modas traídas de Europa. Además del estilo de la ropa que usaban, esta familia adoptó la «chinoiserie», una moda europea de decorar habitaciones con objetos de aparente origen chino u oriental. En la mayoría de los casos, eran objetos producidos localmente y decorados con el estilo mencionado, pero no eran traídos de China. Las familias burguesas solían imitar a los que eran realmente ricos y podían viajar a tierras extrañas o comprar objetos valiosos de aquellos lugares.

Por otra parte, Sir Henry era muy adepto a la realeza británica y había construido el castillo con el objetivo secreto de albergar alguna vez al rey de Inglaterra. Es por eso que una de las habitaciones de la casa se llama «Sala Windsor», en honor a la familia real británica. Desafortunadamente, nunca tuvo el honor de contar con tan distinguidos huéspedes.

Como era de esperarse, esa vida de derroche y lujos llevó a Sir Henry a la quiebra rápidamente. Para la década de 1920, el Estado canadiense empezó a proveer toda la electricidad del mercado, por lo que su mayor fuente de ingreso fue destruida. El fin de la Primera Guerra Mundial, en la que Canadá estuvo involucrada como apoyo al Reino Unido, trajo muchos problemas para la economía del país y para el millonario, que tuvo que vender casi todos los bienes que poseía por menos del 20% del valor original de los mismos.

Ése fue el fin de Sir Henry Mill Pellatt como el dueño de Casa Loma. Con su quiebra, tuvo que vender la propiedad y mudarse a otro lugar.

Un arquitecto quiso convertir el castillo en un hotel de lujo en el año 1925. Comenzó el proyecto y se dispuso a terminar el Gran Hall y la Sala de Billar, que Sir Henry nunca había terminado, Incluso tenía planes de añadir dos alas más, pero en 1929 el plan se vio truncado luego de algunos intentos fallidos de compra de la propiedad. La crisis económica mundial tampoco ayudó…

Debido a la depresión, la casa quedó vacía por algunos años más, hasta que en 1933 la ciudad se hizo cargo de la misma.

Hoy en día
En la actualidad, Casa Loma es propiedad de la ciudad de Toronto y desde 1937 es una de las mayores atracciones turísticas de la misma. A pesar de que muchos de los objetos ornamentales y muebles fueron vendidos por Sir Henry, todavía quedan piezas originales del castillo en exhibición.

La propiedad está muy bien conservada para ser una mansión de un siglo. La biblioteca alberga aproximadamente 10 mil libros, el invernadero tiene pisos de mármol y un techo de cristal y en Gran Hall tiene columnas de madera con esculturas decorativas.

Los jardines parecen ser impresionantes pero no pudimos salir porque era pleno invierno y estaban cubiertos de una gruesa capa de nieve. Los vimos desde adentro, con calefacción, que fue una experiencia digna de magnates.

Algo muy curioso de la casa, que también sucede en los castillos u otras mansiones, es la existencia de pasadizos secretos. En Casa Loma, los mismos servían para que Sir Henry fuera de su oficina al resto de la casa sin ser visto (uno de ellos da a la bóveda donde guardaba sus riquezas), pero también podían ser usados por los criados.

En Casa Loma se pueden realizar eventos como bodas y fiestas privadas, aunque también es popular como escenario para películas. La misma fue locación de Scott Pilgrim contra el mundo, X-Men, La cumbre escarlata, Chicago y otras más.

En la propiedad hay un bar que se llama Liberty Café. Nosotros fuimos a almorzar ahí porque teníamos hambre y ya había pasado bastante tiempo del mediodía. Como no había mucho por la zona, decidimos comer ahí. Los precios y la comida son bastante decentes. Había opciones vegetarianas.
¿Casa embrujada?
Hay varias historias dando vueltas acerca de los fantasmas que habitan Casa Loma. Yo no vi ninguno, aclaro por las dudas, pero sí me sentí medio extraña en el sótano donde hay un mini cine en el que pasan un corto documental sobre la historia de Sir Henry y el castillo.

Al parecer, las historias que se cuentan les sucedieron a empleados del castillo y también a visitantes. Algunos dicen haber visto a una dama de blanco, que aparece en el primer piso y sería la fantasma más popular de Casa Loma. Otros aseguran haber escuchado murmullos y suspiros de un hombre enojado. Y hay un montón de testimonios de experiencias paranormales diversas en la propiedad.
Otro fantasma es el de un hombre arreglando el jardín. Hay quienes dicen escuchar las voces de niños cuando no hay ninguno en la casa.

Se cree que la dama de blanco era una criada que trabajó en la mansión a principios del siglo XX y que, como muchos otros en Toronto, murió durante una epidemia de gripe.
Algunos testigos aseguran haber visto al mismísimo Sir Henry Pellatt. No sé si es cierto, pero hay tanta gente reportando estas «apariciones», que vale la pena preguntarse si Casa Loma es realmente una casa embrujada. Los testimonios parecen indicar que sí.

Info útil
Horarios: de 9:30 a 17:00 hs (última admisión 16:30 hs). Cierra a las 16 hs el 24 de diciembre y no abre el 25 de diciembre.
Entradas: se pueden comprar online acá. Además de la entrada convencional, se puede comprar para eventos especiales como «Escape the tower», que es un juego de escape pero en el castillo. Entrada incluida en el Toronto City Pass.
Audioguía: la entrada incluye una audioguía que es muy útil para conocer detalles del castillo y de su historia.
Dirección: 1 Austin Terrace, cerca de la esquina de Spadina Avenue y Davenport Road.
Cómo llegar: la estaciión de metro más cercana es Dupont, pero la calle para acceder desde ahí es cuesta arriba. Desde la estación de metro Spadina se puede tomar el bus 127. Si vas en auto, el estacionamiento tiene costo (al momento de escribir el post, cuesta 10 CAD).