Roma es una de esas ciudades que se suelen visitar en un primer viaje a Europa. O en el segundo, como fue mi caso. En …
Mi primera vez en Roma

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Il bel paese! Ah, Italia… ¡Disfruta de todos los placeres italianos, comenzando por un buen plato de pastas!
Roma es una de esas ciudades que se suelen visitar en un primer viaje a Europa. O en el segundo, como fue mi caso. En …
La Ciudad Eterna es una de las metrópolis más visitadas por los argentinos en sus viajes a Europa. Si no te querés perder los mejores …
La Ciudad Eterna enamora a sus visitantes y atrae de lejos a aquellos que todavía no la conocen (y a los que la conocen también). …
Seguramente alguna vez hayas oído hablar de la tragedia que azotó a la Antigua Pompeya. Y si no, te resumo la historia: cuando la lava del Vesubio tomó por sorpresa a sus habitantes (en el año 79 d. C.), esta ciudad romana estaba en pleno apogeo. Junto con la vecina Herculano, quedó cubierta bajo las cenizas y fue olvidada por cientos de años, hasta que en 1748 fue redescubierta. Desde ese momento, ambas villas fueron excavadas, revelando numerosos edificios intactos, como si el tiempo no hubiese transcurrido.
Ya llegaste a Roma, luego de planificar tu viaje y calcular el presupuesto necesario. Leíste con antelación sobre los lugares más destacados de la ciudad, te empapaste de su historia… ¿Y ahora? ¿Por dónde comenzar?
Otro post de Un Mundo Pequeño llega para ayudar a los viajeros y las viajeras que buscan información útil para su próximo viaje a la Ciudad Eterna. En esta oportunidad, la ayuda viene junto a un curso de matemática (mentira, apenas sé sumar y restar, jeje). Así que, queridos viajeros míos, ¡agarren la calculadora para hacer bien las cuentas!
Todo aquél que visita la Costiera Amalfitana (la Costa de Amalfi, en español) termina afirmando que es un lugar digno de una joya cinematográfica. Es difícil no imaginarse en un descapotable, con el pelo al viento, y esquivando las sinuosas curvas del camino amalfitano. Como una película de los años ’60. Como la época de la dolce vita.
No me sentí rara en Roma hasta ver el Coliseo. Pero, ¿cómo me voy a extrañar ante uno de los monumentos más importantes de la Ciudad Eterna?
Para mí, es simple de explicar: no hay muchas diferencias culturales entre italianos y argentinos, teniendo en cuenta que gran parte de la inmigración que llegó a mi país durante el siglo XX provenía de la golpeada Italia. Lo que me sorprendió del Coliseo, en realidad, es que delata la existencia de otra época: un tiempo muy muy lejano, donde la tecnología de hoy no era ni siquiera un sueño, donde la cultura y la sociedad romanas eran distintas, una época pre-moderna.
La arquitectura es, para mí, una forma de entender el paso del tiempo. No sólo eso, es también un testimonio de cómo fueron y cómo son las sociedades. Incluso, en algunas ocasiones, cierto tipo de arquitectura innovadora puede indicarnos cómo será o hacia dónde irá una sociedad.
Dice un rumor que los romanos han tenido siempre un amor incondicional hacia las aguas públicas. Para citar algunos ejemplos, podemos pensar en los acueductos o en las aguas termales de la Antigua Roma. ¿Y las fuentes que adornan (y refrescan) por doquier a la Ciudad Eterna?
No hay mejor momento que ahora para ser un «argentino por el mundo». Tenemos a Messi, a la reina Máxima… ¡y al Papa! Ya no más «Maradona, Maradona», eso quedó en el pasado. Ahora, nuevos iconos de estas tierras nos representan a nivel internacional.
Llegamos a Roma el domingo pasado pero no tuve tiempo de escribir. Estaba todos los días muy cansada, cansadísima. Había tanto para ver y tan …