Tras el post anterior, Cómo dormir en un aeropuerto – Primera parte, he aquí la segunda tanda de consejos*.
12. Vestite cómodo/a: Ponete ropa que te haga sentir cómodo/a y que sea abrigada por si hace frío o fresca por si hace calor. Sin embargo, es recomendable siempre cuidar las formas (estar cómodo no implica estar “mal vestido”), así como estar limpio (usar desodorante siempre si hace calor evita que nuestro mal olor moleste al resto de los pasajeros y/o empleados del aeropuerto).
13. Atención a los/as viajeros/as solitarios/as: Viajar solo/a puede ser una molestia, sobre todo cuando tenés que dormir en un aeropuerto. Dormir en un aeropuerto, cuando se es un/a viajero/a solitario/a, implica tener que cuidar tus pertenencias, ir con ellas a todos lados, tratar de no quedarte dormido para no perder el vuelo. Recordá nunca jamás dejar tu mochila/bolso/valija a solas, ya que cuando vuelvas (además de correr el riesgo de que te roben) podés encontrarte con el escuadrón antibombas haciendo estallar tu mochila “por las dudas”. Hay mucho pánico en los aeropuertos.
14. Cuidado con los “pendencieros”: Sorprendentemente, en los aeropuertos puede haber personas que te pidan plata por dejarte entrar al baño, cuidarte tus cosas o dejarte pasar a otro sector. No te pongas nervioso/a… Simplemente, actuá de alguna manera que los deje perplejos. Podés hablar en otro idioma o mostrate confundido/a ante el pedido de “monedas” o “billetes”. A veces es mejor pasar por tonto/a, a menos que te estén apuntando con un arma. Sin embargo, muchas veces es mejor “pagar la tarifa” y evitarse el disgusto.
15. Cuando dormir es imposible: Hay aeropuertos muy ruidosos, incómodos, donde es imposible dormir. También es posible que no te puedas dormir, que no tengas sueño, estés desvelado/a o cualquier otra cosa que te impida descansar. Por eso es de mucha utilidad tener algo con qué entretenerte, sobre todo si viajás solo/a: un libro, una revista, música, una película para ver en la computadora o tablet, todo sirve para hacer que el tiempo avance más rápido.
16. Silencio, por favor: Sé considerado/a, aunque no te puedas dormir, hay otras personas que probablemente sí lo hagan. No busques enemigos y tratá de no hablar muy fuerte o te lo van a hacer saber.
17. El beneficio de ser un pasajero varado: Algunos aeropuertos tienen provisiones para pasajeros que quedan varados durante épocas de tormentas de nieve o inconvenientes climáticos. Incluso pueden brindarte almohadas, mantas, productos de higiene personal o vouchers de comida.
18. Sala VIP: Ya no es necesario ser un pasajero VIP para tener acceso a la sala “especial”. En algunos aeropuertos hay salones a los que pueden acceder los pasajeros que pagan la tarifa standard (por una módica suma de dinero, claro). La tarifa de la sala VIP incluye: un buffet de comidas, bebidas (con y sin alcohol), Wi-Fi, duchas y asientos confortables. Incluso en algunas salas se ofrecen masajes. Suelen abrir a primera hora de la mañana, aunque algunas funcionan las 24 hs. Tené en cuenta que para entrar a dichas salas tenés que estar “bien vestido” ya que hay un código de vestimenta. No hace falta vestir de etiqueta para entrar, pero si parecés un “homeless” y se nota que dormiste en el piso del aeropuerto, no te van a dejar pasar.
19. Bañarse: Después de pasar la noche en un aeropuerto, tal vez no te sientas tan fresco/a. Afortunadamente, hay formas de limpiarse o higienizarse antes de subir al avión. Primero, algunos aeropuertos tienen duchas disponibles para que te bañes por un módico precio. Podés fijarte en la página de cada aeropuerto para saber si cuentan con esa facilidad. Si no tenés la suerte de que el aeropuerto cuente con sus propias duchas, fijate si hay un hotel dentro o junto al aeropuerto y preguntales si podés usar el gimnasio o la pileta por una pequeña tarifa. De última, siempre está la posibilidad de “lavarte” en el baño del aeropuerto utilizando el agua (¡GRATIS!) de las piletas (lavabos). Esta última opción puede ser un poco incómoda y requerir gran habilitad para contorsionarse y no tener miedo al ridículo.
20. Sacar fotos para pasar el tiempo: ¿Seguís aburrido/a y no podés dormir? Divertite sacando fotos del aeropuerto, de otra gente que duerme, de gente que te parezca curiosa, ¡de lo que sea! Va a ser un recuerdo para mostrarle a tu familia o a tus amigos cuando les cuentes: “en este rincón del aeropuerto dormí yo”.
21. Tener efectivo o una tarjeta de crédito a mano: Puede ser que intentes dormir en el aeropuerto y no te sientas a gusto, que desees locamente estar en una cama o darte una ducha. Bueno, dormir en aeropuertos no es para todos. Antes del viaje, fijate si hay hoteles cercanos al aeropuerto (muchos aeropuertos tienen hoteles en sus edificios). Si estás dispuesto/a a pagar una noche de hotel (luego de un fallido intento de dormir en el piso o contorsionarte en los asientos), tené en cuenta que reservar un hotel por Internet es más económico que ir al lugar y preguntar por la tarifa. Por eso es siempre útil contar con una notebook/netbook/tablet o smartphone.
22. Divertite: Dormir en aeropuertos no es solamente para viajeros/as con un presupuesto extremadamente acotado, también puede ser una aventura. ¡Disfrutala! Las mejores experiencias de viajes son las que traemos con nosotros al volver y realmente hay muchas aventuras posibles en un aeropuerto. Dormir en un aeropuerto puede ser un elemento extra que le agregue un toque extraño o curioso a tu viaje. Y, sin dudas, puede ser una buena anécdota para contar: “Una vez tuve que dormir en un aeropuerto porque…”.
Podés leer la primera parte acá.
*Basados en el artículo Airport Sleeping Tips – How to Sleep in an Airport: 101, del sitio “The Guide to Sleeping in Airports”.
Foto de portada propia, tomada en el aeropuerto El Prat, Barcelona.