Ya todos sabemos que viajar en pandemia no es para nada una experiencia «normal». Además del tapabocas y el alcohol en gel, nos vemos envueltos en formularios, apps y permisos para vacacionar en distintos rincones del país. En este post, les cuento cómo fue viajar a Mar del Plata en pandemia.
En primer lugar, quiero mencionar que la ciudad me pareció mucho más linda ahora que cuando la visité por última vez, hace más de una década. Quedé bastante impresionada para bien.

En segundo lugar, también quería destacar que la pasamos muy bien y que no nos sentimos agobiados por la cantidad de gente que había. Claro, era diciembre antes de Navidad, no estaba tan lleno como se vio en medios y redes sociales por estos días. En la playa había bastante espacio para armar carpita o poner la sombrilla. Pero puede que la situación cambie día a día o semana a semana, así que no les puedo decir con seguridad que no va a haber nadie cuando vayan. Menos que otros años, seguro.

Por qué me pareció una buena idea viajar a Mar del Plata en pandemia?
- Bueno, por empezar, necesitábamos descansar un poco. Como a todos, el 2020 nos dejó agotados y casi sin viajes, por lo que decidimos ir a un lugar relativamente cercano y conocido para evitar mayores problemas.
- Justamente, al estar a unas cinco horas en auto de Buenos Aires, era un destino relativamente cercano si nos teníamos que volver de urgencia ante un posible cierre de la ciudad o nueva cuarentena (en tiempos como éstos, sería iluso pensar que eso no va a pasar).
- Es una ciudad bastante grande y tiene una infraestructura de salud importante. Esto, en tiempos de coronavirus, es muy necesario. Pero no sólo por el virus. Estando embarazada, me sentía más segura yendo a un destino donde pudiera acudir a una clínica si fuera necesario. (Si no sabías que estaba embarazada, es porque no leíste mi último post del 2020).

Cuidados en restaurantes y hoteles
Ni bien llegamos al hotel donde nos alojamos, nos recibieron en la puerta con alcohol en gel y nos hicieron desinfectar el calzado. Luego, nos tomaron la temperatura, que anotaron en un formulario que tuvimos que llenar de forma individual con nuestros datos y firma. De esa forma, uno deja asentado si tuvo o no síntomas de coronavirus y el hotel tiene constancia.

En un solo lugar (la churrería Manolo) nos pidieron anotar los datos de una sola persona del grupo, en nuestro caso pareja, por si había un contagio. En el resto de los restaurantes, solamente había las medidas típicas: alcohol en gel o 70%, toma de temperatura (no en todos) y distancia entre mesas (no en todos).
Al no haber tanta gente, no sentimos que estuvieran mal las medidas tomadas. Si veíamos un lugar demasiado abarrotado, que vimos varios, no entrábamos. Lo mismo nos sucedió en la playa cuando sentimos que había demasiada gente y decidimos irnos.

Obvio que en enero seguro hay mucha más gente en Mar del Plata. Al menos eso es lo que se muestra en TV y lo que informan sobre la capacidad hotelera, aunque dudo que los números sean iguales a años anteriores. En caso de que no quieran encontrar muchedumbre, recomendaría buscar playas más alejadas o, si no quieren ir a bares o restaurantes, buscar lugares que vendan comida para llevar o cocinar en el alojamiento si disponen de cocina.
Precios
Voy a hacer un post específico de esto, pero los precios nos parecieron normales, similares a los de Buenos Aires. Tal vez en algunos lugares, como en los estacionamientos cerca de la playa o el típico barcito de playa, los precios eran elevados. Pero, dentro de todo, «normal».
Siempre recomiendo llevar la comida y la bebida en una heladerita si se quiere ahorrar. Si van a un alojamiento con heladera o cocina, mucho mejor. Nosotros teníamos heladera en la habitación, por lo que podíamos llevarnos las sobras de la cena si así lo quisiéramos.

Transporte
Nosotros fuimos en nuestro auto propio, que llevamos al mecánico antes de salir a la ruta para chequear que todo estuviera bien. De hecho, hicimos la VTV la semana anterior a irnos, así que estábamos tranquilos con el funcionamiento del vehículo.
La principal ventaja de viajar en auto propio, además de ir a nuestra marcha, es no compartir el espacio con otras personas que no conocemos, en caso de que haya algún contagiado. No estábamos muy tranquilos de tomar otro medio de transporte, por eso elegimos ir a un destino que estaba a pocas horas y al que podíamos llegar fácilmente.

No viajamos en otro medio de transporte desde marzo de 2020, así que no sabría decirles cómo está la situación. Hay muchos micros, combis privadas y trenes yendo hacia Mar del Plata, por lo que no faltan las opciones para llegar a La Feliz.
En resumen, la escapada fue positiva. Nos sentimos bastante seguros viajando a Mar del Plata en pandemia, y eso que nos cuesta salir mucho en esta situación. Fue la primera vez que comimos afuera desde marzo de 2020 (sí, no queríamos hacer ni un picnic).
Por supuesto, cada uno debe evaluar si quiere o no viajar en esta situación. Yo cuento cómo fue nuestra experiencia, pero me pueden dejar sus comentarios sobre si les parece seguro viajar ahora, si ya viajaron o si piensan viajar.