Es uno de los medios de transporte más famosos de toda Europa y, sin dudas, del mundo. Lo viste en películas, en series y en libros. Es una parte importante de la ciudad. Si no lo conocés, te invito a recorrer el metro de Londres.
Para empezar, es justo decir que los transportes ingleses han sido modelo para otros países (fue en el Reino Unido donde surgió la Revolución Industrial, así que es obvio). De hecho, acá en Argentina los ferocarriles fueron traidos y dirigidos durante mucho tiempo por los ingleses.
Si vas por las calles de Londres y le preguntás a alguien dónde queda el subway, probablemente te manden a una cadena de comidas rápidas del mismo nombre. En esa ciudad, al metro (o subte) se lo llama underground o tube.
En tu visita a Londres, ya sea la primera o la décima, seguramente vas a usar el tube. La ciudad es grande y las distancias muchas veces requieren de un rápido trayecto en metro para llegar a destino. Adonde quieras llegar, siempre va a haber una estación de underground cerca. Después de todo, no en vano es la red de metro más extensa (en cantidad de kilómetros) de Europa.

Actualmente, el metro de Londres conecta el centro de la ciudad con el Gran Londres, una especie de conurbano londinense, y algunas otras zonas más alejadas como los condados de Buckinghamshire, Essex y Hertfordshire.
Funciona desde las 4:30 am hasta la 1:30 am, por lo que no funciona las 24 horas. Supuestamente, en agosto de este año algunas líneas van a andar de noche los viernes y sábados.
El metro de Londres tiene 11 líneas, 274 estaciones en funcionamiento y más de 400 kilómetros de vías activas. Cada día lo utilizan tres millones de pasajeros y es la segunda red de subterráneos más extensa del mundo, precedida solamente por el metro de Shangai.

Un poco de historia
El primer sistema de trenes subterráneos, llamado Metropolitan Railway (Tren Metropolitano), se inauguró en el año 1863 (mucho antes que en otras capitales europeas). Hoy en día, el recorrido de ese primer metro es parte de las líneas Circle, Metropolitan y Hammersmith & City.
El primer trayecto (del primer subte del mundo) constaba del recorrido entre las estaciones Paddington y Farringdon Street (hoy reemplazada por la cercana Farringdon). El 10 de enero de 1863, el día de la inauguración del Metropolitan Railway, 40.000 pasajeros utilizaron ese novedosos medio de transporte.
Las primeras locomotoras funcionaban a vapor, una de las tecnologías más importantes de la Revolución Industrial e impensadas hoy en día. Para poder funcionar, necesitaban carbón y los túneles se llenaban de humo.
En un principio, los vagones del underground no tenían ventanas y no eran del agrado de muchos londinenses. Tal era que los llamaban «celdas acolchadas».
El metro de Londres no recibió el nombre «the tube» hasta 1890. La gente comenzó a llamarlo así por la forma de tubo que tenían sus túneles. Y fue en ese mismo año que comenzó a funcionar la primera línea subterránea eléctrica.

Cómo funciona
Al igual que cualquier metro del mundo, para utilizar el metro de Londres debes abonar una tarifa, que va a depender del recorrido que hagas. La ciudad y sus alrededores se dividen en zonas: desde la zona 1 (la parte central, donde seguramente te hospedes) hasta la 9, en las afueras.
Para poder pagar tu tarifa, debes pasar tu tarjeta Oyster, tu travelcard (las hay de varios tipos) o el ticket individual en el molinete en la estación de inicio y al llegar a destino. Así, el sistema sabe hasta que zona viajaste.
Al combinar con otros tipos de transporte, como el DLR (Docklands Light Railway), que va al East End, vas a encontrar que en muchas oportunidades no hay molinete en las estaciones. En ese caso debes pasar tu tarjeta por el lector que esté disponible y seguir tu camino (confían mucho en la gente y en las multas, supongo).
Para saber más sobre tarifas, travelcards, Oyster card (similar a nuestra SUBE), podés ver la web oficial de Transportes de Londres.

Algunos datos curiosos
- El audio original «Mind the gap«, traducido como «Cuidado con el espacio (entre el andén y el tren)», fue grabado en 1968 por Peter Lodge, que tenía una empresa de grabación en Bayswater. Es la frase que se escucha cada vez que llega un tren.
- En el primer capítulo la serie Ripper Street, que trata de eventos sucedidos un año después de los crímenes de Jack el Destripador, dos detectives viajan en ese tren metropolitano y se quejan porque se les llena la ropa de olor a carbón.
- La velocidad promedio de las formaciones es de 20,5 millas por hora (casi 33 kilómetros por hora), incluyendo las paradas. Aunque en la línea Metropolitan pueden llegar hasta las 60 millas por hora (96,5 kilómetros por hora).
- Hay más de mil cuerpos enterrados debajo de la estación Aldgate, de las líneas Circle y Metropolitan. Fueron depositados ahí en el año 1665, ya que había una fosa común en ese mismo lugar.
- Tal como sucede en la línea A del subte de Buenos Aires con la estación Pasco Sur, hay una estación fantasma en la línea Central entre las estaciones Tottenham Court Road y Holborn. La misma se llamaba British Museum Station, en honor al más famoso museo del Reino Unido, y quedó fuera de funcionamiento a principios de la década del 30 luego de expandir la estación Holborn, que estaba a menos de 100 metros.
- El trayecto más corto entre dos estaciones está en la línea Piccadilly, entre las Leicester Square y Covent Garden. Los trenes tardan, en promedio, 20 segundos para recorrer los 260 metros que las separan. A pesar del breve viaje, el precio es el mismo que para un viaje más largo y es uno de los más populares entre los turistas.
- Muchas estaciones del metro de Londres fueron utilizadas como refugios anti-bomardeos durante la Segunda Guerra Mundial, pero la Central line fue mucho más que eso. Más de tres kilómetros de sus vías fueron ocupados para convertirse en una fábrica subterránea de aviones de guerra. Esto fue un secreto hasta la década del 80.
- Otro dato sobre la SGM: la estación fantasma Down Street fue usada como búnker por Winston Churchill hasta que se construyeron las oficinas del Gabinete de Guerra.
- La profundidad del metro de Londres no es comparable a la de otros subterráneos europeos (como el de Moscú o el de San Petersburgo). La escalera mecánica más larga es de 60 metros y está en la estación Angel, correspondiente a la línea Northern.
- Por otra parte, la escalera más corta es la de la estación Stratford (Central line), con poco más de cuatro metros de largo.
- Sólo el 45% del underground funciona en túneles. Como otros metros europeos, hace una gran parte de su trayecto sobre la superficie.
- La distancia más larga entre estaciones es de más de 6 kilómetros, entre Chesham y Chalfont & Latimer, en la línea Metropolitan.
- La reina Isabel II fue la primera monarca en tomar el underground. Fue para la inauguración de la línea Victoria en el año 1969 (imagino que fue «debut y despedida»).
- Y, hablando de celebridades que tomaron el metro de Londres, entre los primeros pasajeros de la Central line estuvieron el Príncipe de Gales y Mark Twain durante su inauguración en el año 1900.
- Durante la Segunda Guerra Mundial, el Museo Británico guardó su colección en un ramal de la línea Piccadilly.
- El mayor trayecto sin combinaciones es de casi 55 kilómetros, entre las estaciones West Ruislip y Epping, de la línea Central.
Muy bueno el informe del tube.
En realidad acá un subway, más allá de la cadena de sandwiches, es un pasadizo subterraneo que cruza debajo de una calle. Por eso es bastante usual ver carteles con flechas que dicen «Subway», pero que no tiene nada que ver con trenes subterráneos.
Saludos!
Hola Ale! Gracias por el dato, la verdad no lo sabía 🙂