Sin dudas, Rusia es un país particular y su capital no se queda atrás: conocé el Museo de la Cosmonáutica de Moscú, un lugar bastante peculiar.
La ciudad de Moscú tiene varios museos (si querés conocer algunas de sus atracciones, podes ver este post y este otro), pero éste es algo un poco fuera de lo común.

Un poco de historia
El museo se encuentra en el interior del Monumento a los Conquistadores del Espacio, que fue inaugurado en 1964. cinco años antes de que Estados Unidos llegase a la Luna, para festejar los logros soviéticos en la exploración del espacio.

Hablando del museo en sí, fue abierto en el año 1981 para celebrar el 20° aniversario de la incursión espacial del astronauta soviético Yuri Gagarin. Luego de las remodelaciones de 2006, el museo cuenta con más de 8.000 metros cuadrados.
¿Los rusos están obsesionados con el espacio? Tal vez, ya que tienen un Día de la Cosmonáutica. Leíste bien, sí. Se festeja todos los 12 de abril ya que ese día en 1961 el famoso astronauta Yuri Gagarin dio la vuelta a la órbita de la Tierra.

Qué hay en el Museo de la Cosmonáutica
En la colección del Museo de la Cosmonáutica de Moscú hay más de 85.000 ítems, desde perros astronautas embalsamados hasta transbordadores espaciales. Todo lo que tenga que ver con la carrera espacial rusa está en este lugar, obviamente acompañado de un tinte de triunfalismo y orgullo soviético. Sí, también hay propaganda soviética entre su colección.
Al entrar al edificio del museo, la grandeza rusa ya te golpea en la cara: sobre el techo hay una enorme escultura de un «cohete» espacial en ascenso (el ya mencionado Monumento a los Conquistadores del Espacio), algo que parece como una fecha o algo similar a lo lejos. Si querían impresionar a los visitantes, lo lograron.
Muy cerca de la entrada están los perritos… embalsamados. Obviamente la célebre astronauta canina Laika no está porque no regresó al planeta con vida. De hecho, hubo 12 perros más que viajaron al espacio, de los cuales cinco sobrevivieron. Algunos de ellos están en este museo.

También vas a poder apreciar una réplica del primer Sputnik terrestre, que data del año 1957. Fue lanzado desde el Cosmódromo de Baikonur el 4 de octubre de ese año y duró 92 días, completando 1400 vueltas alrededor de la Tierra.

También se exhiben trajes espaciales, como éste -del modelo «Berkut»- que se usó por primera vez en 1965, cuando el soviético Alekséi Leónov hizo la primera salida de la nave por parte de un astronauta en el espacio exterior.

Y también tienen trajes espaciales para mujeres astronautas 🙂

En el Museo de la Cosmonáutica hay muchas maquetas de naves espaciales, cápsulas y transbordadores, pero no son los únicos tipos de naves que se exponen. Tienen en su colección esta maqueta de un avión de la aerolínea de bandera, Aeroflot. Ideal para los amantes de los aviones…

Y, por supuesto, qué sería de la visita a este museo si no te metés en una estación espacial (bueno, una maqueta) y experimentas en carne propia cómo sería viajar en el espacio.

Tranqui la vida dentro de una estación espacial, eh 🙂

No falta lugar para los satélites, algo que también forma parte de la historia de la cosmonáutica rusa.

Además de naves rusas, así también se exhiben en el museo transbordadores de otras nacionalidades, como éste Apollo del proyecto conjunto entre Estados Unidos y la Unión Soviética., llamado Apollo-Soyuz.

Como mencioné antes, la propaganda soviética no podía estar ajena en los logros espaciales del país, por lo que tiene un lugar reservado en el Museo de la Cosmonáutica.

Yo no soy una fanática de los aviones ni de las naves espaciales. Sin embargo, este museo me pareció bastante interesante, sobre todo si vas con gente a la que sí le interesa. Me parece también que es ideal para visitar con nenes, ya que se van a volver locos con todas las cosas que hay para ver.
Al estar junto al Centro Panruso de Exposiciones, lo recomendable es visitar ambos lugares en el mismo día. No están en una zona de Moscú que vayas a cruzar caminando, es un poco en las afueras, así que tenés que ir en el metro y planificar tu visita. Yo diría que medio día entre ambas atracciones está bien.
Si querés comer por la zona, hay un café en el museo y también varios lugares de comidas dentro del Centro Panruso, entre ellos un Mc Donald’s muy lindo (irónico, ya sé) donde tuvimos que parar para tomar café porque había empezado a nevar y necesitábamos calor.
Info útil
Página web en inglés: www.kosmo-museum.ru
Dirección: 111, Propspekt Mira, justo al lado del Centro Panruso de Exposiciones de Moscú (VDNKh).
Cómo llegar: la línea 6 (color naranja) te deja casi en la puerta del museo. Te tenés que bajar en la estación VDNKh.
Horarios: de martes a domingo, de 10 a 19 hs, a excepción de los jueves que cierra a las 21 hs. Los lunes está cerrado.
Entradas: 250 rublos, más un suplemento de 230 rublos por cámara de fotos o video (sin flash) y 150 rublos la audioguía. Para precios de entradas actualizados, visitar la web del museo.
Nosotros olvidamos sacar el pase de las cámaras y nos retaron, así que no se olviden de eso.
Hola, recién descubro tu blog y me gusta mucho, pero al no poder abrir los links (por ejemplo de tus otros posts) en pestañas nueva (porque el contenido esta protegido) se complica un poco la lectura
Hola Julieta! Gracias por tus palabras y por la observación 😉
Saludos!