Las diferencias culturales con las sociedades asiáticas se hacen notar enseguida cuando uno pisa un país como Camboya. No debería ser ninguna sorpresa, entonces, que los masajes más populares los hagan unos pececitos ansiosos.
Ya habíamos visto este tipo de masajes en Bangkok. En cualquier mercado nocturno, diurno, flotante o negocios de masajes, podremos encontrar decenas de turistas hundiendo sus pies en grandes peceras para recuperarse de un día ajetreado.
En Siem Reap, la ciudad más cercana a los templos de Angkor, no se quedan atrás con este tipo de «agasajo» al turista. Cerca de Pub Street está lleno de «salones de belleza» con reposeras en la vía pública (quisiera decir vererda pero el Sudeste Asiático prácticamente carece de las mismas).

Al principio me daba mucha impresión la idea de meter mis pies en una pileta o pecera donde cientos de pequeños pececitos masajeadores de pies. Bueno, la verdad que no es un masaje como uno lo puede imaginar: los pececitos succionan todos los callos, durezas y cosas «feas» de los pies del «masajeado».
Puede provocarte cosquillas o rechazo cuando, por primera vez, estos animalitos del agua te pongan sus boquitas en los pies. Hasta podés creer que te van a morder, pero no es así. Cuando termine el masaje, que dura aproximadamente 20 minutos, vas a querer volver todos los días.

Nosotros esquivamos esta «actividad» durante todo nuestro viaje por el Sudeste. No nos convencía la idea de someternos a la succión de unos peces. Sin embargo, cuando teníamos los pies cansados de tanta caminata, luego de andar y andar por templos y calles durante días de casi 40° C, entendimos que no podíamos volver a casa sin probar esa experiencia. Al menos por probar…


Así que allá fuimos, en nuestra última noche en Siem Reap, a un negocio de masajes aledaño a Pub Street. Había algunas mujeres y ladyboys haciendo masajes de pies a turistas y una pecera solitaria, sin valientes que se animaran a entrar. Por USD 2 obtuvimos 20 minutos de masajes y una bebida en lata a elección. Para nada caro.

Dato curioso: todos los lugares donde hacen masajes con peces se identifican como «Dr. Fish Massage». Tengo entendido que en algún momento hubo un Dr. Fish original y que después empezaron a copiarle el nombre.
Ubicación
Hay decenas de locales de masajes alrededor de Pub Street.
Yo no pude resistir ni diez segundos de las cosquillas que me hacían! (no me dan impresión, pero no me aguanto las cosquillas). Apenas metía los pies en el agua ya los estaba sacando y pegando unos gritos, así que veinte minutos con esos malévolos pececitos, para mí, es un ejercicio de estoicismo…
Yo me la pasé gritando que me querían comer los pies pero cuando salí me miré la piel y me quedó genial, la mejor pedicura del mundo jaja.