Es una de las ciudades más pobladas de los Estados Unidos y una de las más importantes en el noreste del país, tanto por su economía por su cultura. Aunque muchas veces es dejada de lado por los turistas que visitan la Costa Este, centrándose más en Nueva York o Washington DC.
¿Por qué deberías visitar Filadelfia? Más allá de que se la conoce popularmente por la película Rocky y que recibió el apodo de «la ciudad del amor fraternal», tiene muchísimos puntos de interés y una rica historia que te va a asombrar.

Un poco de historia…
Empecemos por los hechos que convirtieron a Filadelfia en una de las ciudades más patrióticas e históricas de Estados Unidos.
La ciudad fue fundada en el año 1682, a fines del siglo XVII. Durante el siguiente siglo fue la ciudad más poblada de las Trece Colonias, un conjunto de asentamientos coloniales británicos que se independizó en 1776. Fue la primera capital del país libre llamado Estados Unidos, aunque enseguida fue reemplazada por Nueva York.
¿Pero cómo llegó a ser la ciudad que es hoy? La historia es un poco larga. Comienza con William Penn, un británico un poco revoltoso, hijo de un almirante honorable. El joven William se hizo cuáquero, causando muchos disgustos a su padre y ganándose algún tiempo en la cárcel. En esa época, toda religión que no fuese la anglicana estaba prohibida en el Reino Unido.

Tras la muerte de su padre, el joven cuáquero le reclama al rey Carlos II de Inglaterra una suma de varios años de salario que se le debía al señor Penn padre. A su vez, le propone que le permita a los cuáqueros emigrar a las colonias que se encontraban al otro lado del Atlántico. En 1677, este grupo religioso pudo emigrar con permiso real hacia el Nuevo Mundo y en 1681, la Corona Británica le otorga a William un territorio al oeste y sur de Nueva Jersey. Así, se convirtió en propietario absoluto del territorio y el rey saldó su deuda.

Antes de viajar personalmente, el joven Penn envió a su primo William Markham para asegurarse la lealtad de los pobladores indígenas y comprarles territorios. Una vez que esto estuvo listo, viajó hacia su nueva colonia. En 1682 se encontró con los lenapes, originarios de la región, y firmó un tratado equitativo en Shackamaxon, actual barrio de Kensigton.
La ciudad de Filadelfia fue diseñada como un tablero de damas, con amplias calles y varios parques. William quería que ésta fuese la «ciudad de Dios» y por eso la llamó «la ciudad del amor fraternal» (Filadelfia: del griego philos, que significa «amor», y adelphos, «hermano»).

En 1701, William Penn le dio a Filadelfia la posibilidad de contar con instituciones municipales: el ayuntamiento, varios consejos y una asamblea. Los hombres letrados de la ciudad ya tenían un lugar para encontrarse.
En la segunda mitad del siglo XVIII, Filadelfia no sólo era una de las ciudades más grandes del Imperio Británico sino también el hogar de las ideas de rebelión contra dicho Imperio. Era uno de los centros abolicionistas del país y en sus periódicos se publicaban noticias que inquietaban a los ingleses. Para 1770, ya era el epicentro de la revolución.
La Declaración de Independencia de los Estados Unidos fue firmada en Filadelfia el 4 de julio de 1776, aprobada por el Segundo Congreso Continental. Desde entonces, en esa fecha se conmemora la emancipación de los estadounidenses por sobre el Imperio Británico.

La Filadelfia actual
Hoy en día, Philly -como la llaman sus ciudadanos- es una de las ciudades más importantes de la Costa Este de los Estados Unidos. Es la quinta ciudad del país en cantidad de habitantes y el hogar de una de las universidades más prestigiosas a nivel nacional, con un barrio universitario bastante predominante.

Hay mucho para visitar en Filadelfia: la Campana de la Libertad (Liberty Bell), el Hall de la Independencia (Independence Hall), el Parque Histórico de la Independencia Nacional (Independence National Historical Park), el Museo Rodin, el Zoo de Filadelfia, la Plaza Franklin (Franklin Square), el Instituto Franklin, el Reading Terminal Market, el Museo de Arte de Filadelfia (Philadelphia Museum of Art) donde está la estatua de Rocky Balboa (?)… En fin, muchas atracciones para disfrutar a cualquier edad.

Además de su historia, Filadelfia es conocida por su plato estelar: el Philly Cheesesteak, un sandwich hecho con pequeñas tiras de carne y queso fundido encima. Yo no lo probé, claramente, pero a mi novio le gustó. En este articulo (en inglés) recomiendan lugares para probarlo.

Por lo que pudimos ver en nuestra visita (mayo de 2016), el Centro Histórico de la ciudad está muy bien cuidado. El Parque Histórico de la Independencia Nacional es muy lindo, ideal para hacer un picnic si el día ayuda (nosotros fuimos en un hermoso día de sol). Pero las zonas más alejadas no corren con la misma suerte…

Mi novio, obsesionado con las películas de Rocky, me arrastró hacia algunas de sus locaciones, como el Barrio Italiano, que era pintoresco y no muy lejos del centro.

Sin embargo, otras locaciones no se encontraban en zonas tan agraciadas de Filadelfia. El gimnasio donde entrenaba el boxeador ficticio (el gimnasio de Mickey) está al norte de la ciudad, en una zona un poco fea…
Si bien no nos pasó nada, yo no me sentí muy segura en esa zona. No puedo decir de otros barrios de Filadelfia donde estuvimos paseando.
Entonces, ¿vale la pena ir?
La pregunta es retórica, por supuesto. Filadelfia es una de las ciudades que tenés que conocer si querés tener una idea amplia de la Costa Este de los Estados Unidos. Todos los caminos históricos del país conducen a esta ciudad, además de ser un centro cultural y económico bastante importante.
¿Sos fan de Benjamin Franklin? ¿Te gusta la historia? ¿Querés saber dónde se firmó el Acta de la Independencia? ¿Querés hacer un viaje corto desde Nueva York y no sabés adónde? ¡No busques más! Filadelfia es tu lugar. No te vas a arrepentir 😉
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