Fecha del viaje: Abril de 2011
Lo primero que sentí al salir del Aeropuerto Internacional do Galeão fue calor, un intenso e insoportable calor que me hacía pesar cada prenda que tenía puesta. Fue como un ¡bum!, un golpe certero al mentón. Y eso que estábamos en otoño.
Segunda impresión de Río de Janeiro: todos hablaban portugués, idioma que yo no hablaba y no intentaría “chapucear” (dícese de hacer algo deprisa y mal; zafar, improvisar). No entendía nada.
Tercer pensamiento: “¿Y ahora cómo llegamos al hotel?”. Habíamos reservado por internet un hotel en el barrio de Flamengo (barrio que ya recibirá su comentario aparte). Mi novio, que ya había conocido la ciudad en un viaje anterior, me dijo que había unos buses que te llevaban a la ciudad. Nótese que el aeropuerto estaba a poco más de 20 kilómetros de nuestro hotel. Entonces, nos subimos. Y esto me “conduce” a la siguiente impresión.

¡Qué mal manejan en Brasil! Sentí pánico en varias oportunidades y tuve miedo de morir, víctima de la locura de tránsito que es Río de Janeiro. Todos manejan muy mal, peor que en Buenos Aires, y a nadie parece sorprenderle.
Al llegar al hotel, casi una hora después de haber subido al bus, hicimos el check-in y subimos a nuestra habitación. Antes de sacar algo de la valija, corrí a prender el aire acondicionado. El calor agobiante nos acompañó todas las vacaciones. Supongo que nunca hay invierno en Río de Janeiro (no como en Buenos Aires, seguro).
Por la tarde, decidimos ir a dar una vuelta. Mi novio me entusiasmó con la idea de ir caminando a Copacabana, otro barrio de la ciudad donde están las mejores playas (compite con Ipanema). Empezamos a caminar, pero varias cuadras después nos dimos cuenta que ni siquiera habíamos salido de Flamengo. Llegamos, con suerte, a Botafogo, cuando nos dimos cuenta que iba a ser imposible. Estábamos cansados de caminar, nos perdimos, no llegamos a destino. Otro nuevo pensamiento: Rio de Janeiro es una ciudad inmensa. Ahí comprendimos que debíamos hacernos amigos del transporte público. Al menos en el metro había aire acondicionado.

Por suerte sabemos leer mapas (bueno, yo me destaco en eso, tengo esa suerte). Nos metimos en el metro, ¿y para dónde vamos? Por suerte no hay barrera idiomática que impida a un viajero leer un mapa de metro. Entonces tuve otra impresión: ¡qué caro es el metro en Río de Janeiro!
Llegamos a la estación más cercana al hotel. Había gente “extraña” en los alrededores de la estación, que salía a una plaza. Otra sensación: es una ciudad insegura. Somos argentinos (y pocas veces nos sentimos amenazados por la inseguridad en otros lugares del mundo), pero argentinos asustados al fin, apresuramos el paso y nos dirigimos rápido al hotel.

Una última impresión: me encantó Río de Janeiro. Al final, me acostumbré un poco al calor constante, la eterna alegría y, por sobre todo, amé las playas. Volveré.
visité río en enero de 2011. Tuve algunas impresiones parecidas a las tuyas al principio: calor agobiante, el taxista nos llevó muy rápido desde el aeropuerto hasta nuestro hotel y nos recomendaron no volver tarde a la noche por la inseguridad. pero al otro deía fue todo puro carnaval. las escolas do samba ya empezaban a presentar sus bailes en la costanera de Copacabana (donde me hospedé con mi familia) y pasamos una tarde muy divertida. Lugares recomendados para un próximo viaje a río (tal vez ya conociste estos lugares, pero como no aparecen en esta publicación, te los enumero por si acaso): las islas de Angra dos Reis (son 365 islas, «una para cada deía del año», dicen los brasileños), se visitan a través de una excursión en barco (divertido, con muchos tragos y frutas para probar); el recorrido por el barrio Santa teresa, construido sobre un morro, donde desde 1960 se instaló la bohemia, en las casas que anteriormente eran de los ricos de la ciudad, este recorrido se hace en el bondinho (el tranvía); la confitería colombo, que data de 1894, ubicada en el centro de la ciudad, donde se exhibe toda su antigua y refinada vajilla y grandiosos espejos; el Cristo Redentor (imponente, aunque uno no sea muy creyente) y el Pan de azúcar. Espero volver pronto a esta ermosa ciudad, me encantaron las playas y hasta pude ver en vivo a Maria creuza, en un bar chiquito, muy íntimo. consejo, no dejes de conocer Salvador de bahía, otra increíble ciudad, distinta a río, pero de igual sabor carioca.
hola marce! sí visité el Cristo redentor, el Pan de azúcar y el barrio de Santa teresa, pero ya ablaré de eso en futuros post. no fui a Angra dos Reis pero tenía muchas ganas de ir, tampoco fui a la confitería colombo. sin duda, tengo deudas pendientes con brasil. algún deía iré a salvador, me encantaría. Gracias Marce por pasar por el blog y comentar! me pone muy contenta! 🙂
hola, sabes con mi novia iremos el 12 de febrero por una semana a Rio y estamos ansiosos pero con un poco de temor por no saber que nos espera, he leido que es muy bonito arta calor pero que vale la pena, ahora respecto a la seguridad, que pasa por ejemplo si llevo mi camara semiprofesional por copacabana, sera muy muy arriesgado o depende de la ora y lugar?, te agradeceré tu respuesta, que estes muy bien y un abrazo desde chile.
ugo
Hola Hugo, gracias por comentar! En Río no hay problemas con la seguridad si respetas 2 cosas: 1) no andar por la playa de noche o en cualquier zona haciendo exhibición de objetos de valor y 2) no ir a lugares si no sabes bien dónde te estás metiendo. Las zonas turísticas son seguras pero sé de gente que por no respetar esas 2 máximas que te dije les han robado. Es cierto que hay favelas e inseguridad como muestran en la tele, pero ahora con el Mundial están bastante controladas. Siendo precavido no debería pasarte nada.
Saludos y gracias por visitar el blog!
El idioma portugues fue facilisimo de entender. Yo hablaba espanol a ellos, y ellos me hablaban en portugues, y nos entendimos muy, muy bien. La comunicaion fue dificil cuando estuve de vacaciones en la italia. Los personas que dicen que italiano es el idioma mas comprensible para hablantes hispanos no tienen la minima idea de lo que estan hablando. Pero el idioma portugues es muy, muy parecido al idioma espanol.
Brasil es un paraiso en la tierra! Brasil tiene todo: mujeres mas bonitas del mundo (las hombres tambien ha, ha), clima fantastico, gente super, super alegre, comida rica, abundantes recursos naturales, excelente musica, magnifica cultura y arqitectura (estilo portugues), playas increibles, cuidades bonitas, etc., etc., etc. Brasil realmente es una maravilla tropical.