El Empire State Building es a Nueva York lo que la Torre Eiffel es a París o el Big Ben a Londres. Además de ser un icono mundialmente famoso, tiene otra utilidad: sirve para orientarse ya que se ve desde casi cualquier parte de Manhattan y alrededores (por ejemplo, si querés ir hacia Midtown, camina hacia el Empire State).
Desde la ventana de mi hotel en Long Island City lo veía iluminado de distintos colores cada noche, tan lejos y tan cerca a la vez. Como su colega la Torre Eiffel (si es que los edificios y las torres pueden ser colegas), está presente en innumerables rincones de la ciudad, como mirándote, vigilándote a cada paso. El Empire State es como un vigía de los neoyorkinos.

No quiero aburrirlos con datos obvios porque, seamos sinceros, ¿cuántos blogs han comentado infinitas veces la historia de este edificio y múltiples datos curiosos relacionados a él?
Lo que quiero explicar es por qué no subí a la cima del Empire State. Al principio fue un debate interno, de esos que tenemos los viajeros que inconscientemente queremos hacer todo lo que dice la guía de viajes pero no nos da el tiempo (ni el cuerpo) para llevar a cabo tremendo plan. Podría decir que fue una cuestión económica, que no quería gastar esos USD 27 para acceder a uno de sus miradores en el piso 86 (no la cima de verdad, que se encuentra en el piso 102 y cuyo acceso parte de los USD 42, si contamos que hay opciones «express» para subir sin hacer fila). Bueno, ésa es sólo una de las caras de la cuestión.

La otra cara es la más sincera, me parece. Porque he gastado el precio de la entrada al Empire State en otras cosas que valían o no la pena tanto como el viaje en ascensor a la cima de este edificio. La verdadera cuestión se remite a un hecho simple: desde el Empire State no se puede ver… ¡el Empire State! Es muy lógico, ¿verdad?
Además, el Top of the Rock (el observatorio de 3 terrazas situadas en lo alto del Rockefeller Center) ofrece una mejor vista de Manhattan (de un lado, Downtown y el Empire State recortándose en el centro de Midtown y, del otro lado, el Central Park ocupando gran parte del Uptown), según dicen los expertos. Hay un enfrentamiento entre ambos observatorios y algunos viajeros deciden optar por uno u otro, como hice yo. No sé cómo hubiesen salido mis fotos desde la cima del Empire State pero al menos no salieron con rejitas 😛

De todas formas, que no haya decidido pagar para subir a su observatorio no significa que no me haya tomado una foto con su arbolito de Navidad para guardar en el recuerdo 😉

Para los que sí quieran ir, algunos datos útiles:
Dirección: 350 5th Avenue (esquina con 34th Street).
Horarios; todos los días del año de 8 am a 2 am
Página web: http://www.esbnyc.com/
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uno de mis sueños es visitar el Empire State
yo también opino lo mismo. Prefiero el Top of the Rock porque tiene mejores vistas, ves Central Park y desde él ves el empire. pero no pude resistirme y tuve que subir también al empire. por cierto, este tiene una ventaja, desde él se ve el Chrysler Building y desde el tor no
tony! Gracias por pasarte! jajaja
a mi el Empire también me gusta desde lejos!
es muy bonito de noche, todo iluminado a lo lejos! Gracias por comentar marta!
qué caro es subir a la cima del Empire State jajaja! no apto para backpackers!
por eso hay que pensarlo 2 veces si no queres liquidar tu presupuesto!
Exacto jajaja!
Sabes que pensé lo mismo respecto de subir al Empire State, este año vuelvo por tercera vez a NY y pienso seguir descubriendo la ciudad, no se si ya es una pose o cábala pero no tengo pensado subir, con esa plata prefiero ir a tomar unos tragos al 250 fifth. Saludos.
Hola Alejndro! Subir al Empire State es bastante caro y hay otras opciones para tener vistas geniales de la Gran Manzana 🙂
Gracias por comentar! Abrazo!