Ojalá existiese un Papá Noel Viajero

Estamos palpitando una nueva Navidad, una nueva semana festiva y un nuevo fin de año. El 2013 se nos va de las manos, sin antes dejarnos algunos regalitos.

No, no voy a sortear nada. Esta Navidad no voy a dar regalos a nadie (no soy cruel, es que estoy en bancarrota, sepan entender). Pero quisiera que, todos juntos, pensáramos en la posibilidad de un Papá Noel viajero. Sí, sí, un señor de barba y traje rojo y blanco que nos traiga viajes en su bolsa mágica. ¿Qué te gustaría que te regalara? Y si tuvieses que escribirle una cartita, ¿qué le pondrías?

Ok, somos grandes para creer en Papá Noel. También lo somos para creernos que el mercado regula sus precios automáticamente, o que los políticos del mundo quieren lo mejor para sus pueblos (?). Política y economía aparte, podemos creer en la bondad de un señor imaginario por un rato, ¿no? ¿A quién puede hacerle mal?

Sin más preámbulos, ésta es mi lista de regalos que me gustaría que el Papá Noel viajero me regalara:

• Un viaje al Sudeste Asiático
• Muchos lentes para mi cámara réflex digital nueva, así saco mejores fotos
• Una notebook superliviana para llevar en mis viajes y no sufrir del efecto «notebook» en el equipaje (es decir, arrastrarla de un lado al otro como Cristo llevaba la cruz)
• Volver a Trelew a vistiar a Leti.
• Ir a Santiago de Chile a visitar a mi amiga Gisella.
• Unos lentes de sol lindos me vendrían bien
• Otro viaje a Nueva York
• Ropa útil para invierno y verano (al mismo tiempo). No sé si algo así existe.
• Más energía corporal (me estoy poniendo vieja, ya no me aguanto tanto trajín).
• Google Glass
• Voluntad para terminar mi tesina (esto no tiene nada que ver con los viajes -aunque la misma se trata de blogs de viajes- pero siempre que puedo, lo pido).

Como soy una persona realista, sé que no voy a poder tener todo eso. Me conformo con el primer punto, que ESPERO poder llevar a cabo en 2014. También me quedé muy enamorada de Nueva York, lo confieso. Quisiera volver el año que viene, si es que puedo.

Y como soy una persona agradecida de lo que la vida me da, quisiera mencionar algunas cositas en las que el 2013 fue excelente:

• Mi viaje a Italia y Egipto: ahora que pasaron unos meses, lo tomo como algo normal. Pero no, ¡estuve en Egipto! Si se lo hubiese pedido a Papá Noel en algún momento, tal vez no me lo regalaba.
• Conocer la nieve: nunca antes había visto nevar, hasta que visité Bariloche en septiembre de este año. Y, como si fuera poco, vi nieve en Nueva York. Nieve x 2 este año.
• Ir a Trelew a visitar a Leti: mi amiga se mudó hace más de un año y pude verla el verano pasado.
• No tener problemas con los vuelos: todo viajero sabe que los vuelos pueden cancelarse o demorarse. Cuando viajas sujeto a espacio -como yo- la tensión es mayor. Por suerte, el 2013 se portó muy bien conmigo (y con mi novio, claro). Gracias por 14 vuelos maravillosos.
• Mi viaje a Nueva York: la cereza del postre de un año viajero.
• Mi cámara nueva: un chiche que quería hace mucho y que me autoregalé en Nueva York. Ahora, las fotos del blog serán mucho más lindas. Lo prometo.
• La salud, la familia, el amor y los amigos: en un mundo donde lo importante es poseer, agradezco al Universo (sabrán entender, no creo en Dios) que mi mamá se haya recuperado de su problema médico, que mi familia esté bien, que mi amor siga a mi lado (Aaawww), que mis amigos sigan siendo los mejores del mundo… En fin, gracias 2013 por ser bueno conmigo, a pesar de los traspiés.

Y vos, ¿qué le pedirías al Papá Noel viajero? ¿Ya tenés algún viaje en mente para 2014? ¡Contame! Y no olvides pasarte por la Fan Page del blog.

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PD: ¡Muy feliz Navidad y próspero Año Nuevo! Gracias por estar junto a UN MUNDO PEQUEÑO en este 2013. Valoro mucho tus aportes y comentarios, de verdad. ¡Son un mimo al alma!

Foto de portada: Viajar a Tope