La capital de Cuba, como toda ciudad, tiene distintos barrios y puntos de interés para turistas. Y, como en toda ciudad, hay zonas que son especialmente atractivas para los visitantes. Ése es el caso de la Habana Vieja.

Se llama así porque es la zona más antigua de La Habana. Tiene unos 5 Km2 de superficie aproximadamente, y en toda su expansión se pueden encontrar recuerdos de lo que fue la Cuba colonial. Hay restos de la muralla que protegía la ciudad y varias construcciones que quedaron de la época del dominio español.

Estatua de José Martí en la Plaza de Armas de La Habana
Estatua de José Martí en la Plaza de Armas de La Habana

Cuando empezamos a caminar por las calles de la Habana Vieja, tuve la sensación de que era como muchos otros lugares en los que había estado pero, a su vez, no era como ningún otro. Tiene un poco del norte de Argentina, sobre todo sus edificios españoles, pero también algo de Lima e, inclusive, un poco de El Cairo. No me pregunten exactamente qué tiene de cada lugar: deben ser sus calles pobladas de turistas y vendedores, su arquitectura, su antigüedad o el calor. Tal vez todo junto.

Edificio de la Habana Vieja
Edificio de la Habana Vieja

El legado colonial de la Habana Vieja está muy bien conservado porque, hace hace poco más de un siglo, Cuba todavía estaba bajo el dominio de España. Fue el último país en independizarse de los españoles en toda América, en el año 1898. Claro que después tuvo otro conflicto con Estados Unidos, pero eso ya es historia del siglo XX.

Paseo de Martí
Paseo de Martí

El casco histórico de La Habana fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1982. En la zona se conservan más de 100 edificios que datan de los siglos XVI y XVII, casi 200 del siglo XVIII y casi 500 del siglo XIX. Eso hace que esta zona de la ciudad parezca no haber llegado nunca al siglo XX, aunque en un sentido pintoresco.

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En sus edificios hay una mezcla de estilos. Las casonas típicas de la época colonial eran construidas alrededor de un patio, tenían aljibes y los típicos balcones sobresalidos. También hay varias plazas, cuyas estatuas fueron reemplazadas por las de próceres locales, y algunas iglesias que terminan de completar el rompecabezas histórico.

La Bodeguita del Medio
La Bodeguita del Medio

Qué ver en la Habana Vieja

Como dije antes, es una zona donde se hospedan la mayoría de los turistas y donde hay varios atractivos de todas las épocas, no sólo del período colonial.

Por ejemplo, dos lugares típicos de mediados del siglo XX, marcados por las visitas frecuentes del escritor Ernest Hemingway, son La Bodeguita del Medio y el Floridita. De hecho, en este último bar, tiene una estatua de bronce que lo inmortalizó junto a la barra. Entre otros de los sitios de interés para los fans del autor, está el hotel Ambos Mundos, sobre la calle Obispo, lugar en el que vivió un tiempo (en la habitación 511). Si andan por el Floridita, vale la pena entrar y pedirse un daiquiri, la especialidad de la casa.

Calle Obispo
Calle Obispo

Si lo que te interesa es recorrer sus calles y no tanto sus edificios, hay muchas y muy variadas. La peatonal principal de la Habana Vieja es la calle Obispo (donde nosotros nos hospedamos). Por allí pasan montones de turistas a diario y está lleno de bares y restaurantes. Dato importante: en esa calle también hay un local de ETECSA para comprar tarjetas de internet.

En general, las calles de la Habana Vieja son estrechas y sus veredas, casi inexistentes. Los locales caminan por la calle, así que los turistas los copian. No pasan tantos autos como en otras zonas, pero prepárense para recibir ofertas de taxis comunes, taxis antiguos, taxis-bicicleta, coco-taxis y todo tipo de experiencias gastronómicas, desde barcitos hasta restaurantes, pasando por los famosos «paladares» (restaurantes en casas privadas).

Hotel Ambos Mundos
Hotel Ambos Mundos

Otra calle angosta pero con encanto es la calle Mercaderes. A lo largo de sus cuadras, hay varios negocios de arte, restaurantes y locales algo turísticos, pero es por aquí que se puede llegar a la Plaza Vieja si se viene caminando por Obispo. Nosotros encontramos un bar súper barato para almorzar un día, aunque con una carta limitada (no obstante, no tuvieron problemas en modificar el menú para convertir uno de sus platos en vegetariano).

Ya mencioné que el casco histórico tiene varias plazas. Para ser más específicos, son cuatro plazas que dominan esta zona.

Plaza Vieja de La Habana
Plaza Vieja de La Habana

La Plaza de Armas, siempre llena de visitantes, donde funciona un mercado de libros usados. A su alrededor está el Museo de la Ciudad, que es albergado en el Palacio de los Capitanes Generales, que data de 1780. También se encuentra, a un lado de la plaza, El Templete, un templo dórico cuya columna señala el lugar exacto donde se fundó La Habana en 1519.  Finalmente, frente a la plaza, se encuentra el Castillo de la Real Fuerza, que es el edificio más antiguo de la ciudad.

El Floridita
El Floridita

A pocas cuadras de ahí, está la Plaza de la Catedral, donde se encuentra la Virgen María de la Inmaculada Concepción. Ahí hay muchos bares y restaurantes, pero el edificio más importante es el que da nombre al lugar. De estilo barroco, la Catedral fue finalizada en 1777 y tiene dos torres con campanas.

Por su parte, la Plaza Vieja está rodeada de coloridos edificios y donde uno se puede sentar a tomar un helado de coco bajo la sombra de alguna de sus galerías o también, por qué no, tomar un mojito o almorzar en alguno de sus bares.

Catedral de La Habana
Catedral de La Habana

Por último, queda la Plaza de San Francisco de Asís, que se desarrolló en el siglo XVI mirando hacia el puerto de la ciudad. En el siglo XV se instaló ahí un mercado y, en el siglo siguiente, se construyó una iglesia. No obstante, el mercado luego se mudó a la Plaza Vieja porque a los monjes franciscanos les molestaba el ruido.

En los límites entre la Habana Vieja y la Habana Centro hay varios edificios notables: el Capitolio, que se asemeja al Capitolio de Washington DC pero que, en realidad, está inspirado en el Panteón de París; el Teatro Alicia Alonso; el Museo de la Revolución, del que ya voy a hablar en otro post; el edificio Bacardí; el Museo del Chocolate; el Museo Nacional de Bellas Artes; etcétera.

Teatro Alicia Alonso
Teatro Alicia Alonso

La Habana Vieja tiene mucho para ofrecer, aunque no es la única zona que vas a recorrer si estás en la ciudad. Es uno de los rincones más pintorescos que conocí, sin dudas. Vale la pena conocerla.

Nair Felis Rodriguez

Nair Felis Rodriguez

Vivo en Buenos Aires desde que nací. Escribo este blog porque me gusta relatar mis viajes; viajo porque me gusta conocer, aprender, descubrir. Soy Lic. en Comunicación, viajera y blogger.
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