Estas últimas semanas estuvimos trabajando sobre el tema «prejuicios» en mi clase de Francés. El idioma siempre es una excusa para conocer un poco mejor a otras personas, al menos eso me parece. Por lo que pude ver (y era algo que sospechaba) mucha gente tiene ideas erróneas sobre cosas, personas o lugares que no conoce y se forma una concepción equivocada por temor a lo desconocido, por decirlo de alguna manera.
Muchas veces tuve que lidiar con personas que tienen prejuicios muy arraigados (yo también tengo los míos, soy humana); incluso los hay en el inconsciente colectivo de cada sociedad. Pero con un poco de perspicacia e inteligencia, los argumentos que no tienen cimientos son fáciles de derribar.
¿A qué quiero llegar con esto? Mucha gente tiene una idea muy lejana sobre el viajar y los viajeros. Nunca falta aquél que hace comentarios como los siguientes:
- «Para viajar hace falta mucha plata».
- «Las mujeres que viajan solas corren mucho peligro».
- «Los que viajan todo el tiempo son hippies».
- «No es seguro viajar a ciertos países».
- «El interés por los viajes se va cuando tenes hijos».
- «Es difícil organizar un viaje por cuenta propia».
- «Las personas que viajan son millonarias».
- «El que prefiere viajar a tener cosas tales como una casa, un auto nuevo o ropa nueva cada semana, es un malgastador».
- «Viajar es para perezosos que odian trabajar».
- «No hay nada interesante en conocer otros países».
- «No me gustaría visitar países del Tercer Mundo».
- «Continentes como África, Asia o América del Sur son pobres e inseguros».
- «Los mejores países para visitar son los más desarrollados, donde todo funciona a la perfección».
Por supuesto, estas frases son generalizaciones y no siempre son pronunciadas de la forma en la que se expresaron en estas líneas. Sin embargo, la idea general es la siguiente: muchas personas con las que me crucé en la vida y que hicieron esos comentarios, nunca pero nunca pusieron un pie lejos de casa (me refiero a lo mental/espiritual, no a viajar físicamente). Un puede moverse en el espacio pero no aprender absolutamente nada; hablo de poner a prueba ciertos juicios sin fundamentos, de ir más allá de lo conocido y enfrentar los miedos a lo diferente.
La semana pasada tuve un intercambio en Twitter que me hizo enojar un poco. Mencioné en un tuit que estaba muy ansiosa por visitar New York (será en poco tiempo, luego habrá detalles), y una persona me respondió: «todos nos merecemos al menos un día en el Primer Mundo». ¿Qué? ¿Un día en el Primer Mundo? ¿Sabrá esa persona lo que es no tener agua potable, ni luz, ni gas, incluso no tener educación o salud? ¿Qué es el Tercer Mundo?
¿Qué es lo que me molesta de estas frases hechas e injustificadas? Siempre me hizo ruido la división países desarrollados/países subdesarrollados, o países pobres/países ricos, Primer Mundo/Tercer Mundo. ¿Desarrollo en base a qué? ¿Sólo importa el dinero para diferenciar un país del otro? Y, además, ¿no hay pobres que mueren de hambre incluso en los países más adinerados? ¿Por qué pensar que un país dominante en la economía mundial es mejor que otro sólo porque allí es donde se corta el bacalao?
Tal vez esos países «pobres», «inseguros», «sucios», entre otros adjetivos descalificadores, serán aquellos en los que aprendas lecciones valiosas, donde sepas apreciar la vida, donde entiendas que no necesitas vivir con mucho para ser feliz.
Viajé sola alguna que otra vez. Fui a países «inseguros» (vivo en el Tercer Mundo). No soy millonaria ni gasto tanta plata en viajes como se podría creer. Pago por mis viajes porque tengo un trabajo que me lo permite (no soy mantenida ni tengo un tío rico). No soy hippie ni holgazana; trabajo porque de algo hay que vivir. Voy a seguir viajando aún con hijos. Y viajar me parece lo más maravilloso que puede hacer un ser humano, en vez de acumular cosas que nadie necesita.
Y vos, ¿qué otros prejuicios sobre los viajes y los viajeros conocés?
te suscribo palabra por palabra! en algún lugar leí que Viajar es lo único por lo que pagas y te hace más rico. 😉 un abrazo
síi, totalmente! 🙂
abrazos, patricia!
no puedo estar mas de acuerdo contigo. Hay prejuicios en el mal llamado «primer mundo» sobre el mal llamado «tercer mundo» y viceversa. en este viaje no dejo de encontrarme gente que cree que soy rica, y el precio doble para viajeros es una norma. Supongo que esos prejuicios se establecen gracias al cine y a algunos turistas que van soltando propinas como si el dinero fuera algo que creciera cada noche en su jardin.
claro, es aquello de otras culturas que llega a través de los medios, de la tv, de las películas. de lo que alguien les contó.
a mí también me han tratado como rica y me río un poco de eso. ¿yo rica? jaja
abrazos, irene!
Suscribo todo lo dicho!
me ha gustado muchísimo tu entrada. he oído algunas de las frases que comentas, pero sinceramente creo que la mayoría de las personas que piensan así es o por envidia o total incultura. cuando fui a república dominicana, me dijeron que no saliera del hotel, me metieron miedo desde la agencia de viajes a amigos o conocidos. yo no soy de estar encerrado en un risort, ¿disfruté del viaje? si, pero volví en cinco meses a conocer el pais como se merece, por libre. conocí a gente increíble, me trataron espectacularmente bien y de verdad pude disfrutar del país que visitaba.
siempre como turista o viajero debes tener cuidado, claro que sí, no conoces el lugar y muchas veces tienes un letrero en la frente que pone «turista», y en todos lados hay listos que se quieren aprovechar del que va solo o simplemente se creen que por viajar eres rico. mi ciudad es preciosa, pero a todo el que la visite le diré que el bolso lo lleve delante y las carteras en bolsillos delanteros.
Viajar es un placer, pique a quien le pique y quien lo dude es porque no viajó lo suficiente. 😉
Coincido totalmente! Viajar es un placer que no gusta a todos y un miedo que tienen algunos, pero los apasionados de los viajes no nos fiamos de esos comentarios! saludos! 🙂