Es una de las ciudades más importantes de Canadá y, seguramente, la primera a la que llegan los extranjeros cuando visitan el país. En este post, les cuento qué hacer en Toronto.
Tanto en verano como en invierno, la ciudad tiene mucho para ofrecer. Hay museos muy buenos, atracciones de fama mundial y muchas cosas por descubrir.
Sin más preámbulos, pasemos a ver qué hacer en Toronto:
Subir a la CN Tower
Es el símbolo de Toronto y, por qué no, también del país. No importa si hace frío o calor. Como relaté en este post, no importa si es pleno invierno y que todas las calles estén nevadas. Cada época del año tiene algo para ofrecer y ver desde la altura 🙂

Ripley’s Aquarium of Canada
Justo al lado de la CN Tower se encuentra este grandioso acuario, que abrió sus puertas en 2013. Es ideal para visitar en familia o con nenes pequeños, ya que se van a entretener bastante. El invierno puede llegar a ser muy cruel en Canadá, así que encontrar cosas para hacer con los chicos, si vas con bajas temperaturas, es primordial.
No obstante, es también una buena actividad para realizar en verano y cualquier otra estación del año. Se pueden apreciar especies marinas de Canadá y de otras regiones.

Visitar las Cataratas del Niágara
Si bien no están propiamente en Toronto, se puede llegar desde la ciudad en unas 2 horas aproximadamente. Si se tiene auto alquilado, mucho mejor. La segunda opción sería contratar alguna excursión (he visto que hay algunas por menos de 100 dólares). Y en transporte público se puede llegar, pero se tarda un poco más porque hay que combinar.
Nosotros queríamos ir pero hacía mucho mucho frío, tanto que se habían congelado las cataratas. Aunque se pueden visitar en cualquier época del año, preferimos dejar el viaje para cuando volvamos a Canadá en un clima más cálido.
Recorrer Casa Loma
Estar en Norteamérica no la priva a Toronto de tener un castillo. No será una joya medieval o renacentista como tienen en Europa, pero Casa Loma es una propiedad digna de la aristocracia canadiense de su época.
Su dueño original, Sir Henry Pellatt, se sentía parte de la realeza británica. Como tenía mucha plata, quería vivir acorde a su fortuna sobre una loma con vistas a Toronto. La casa, de 98 habitaciones, fue construida a principios del 1900 y tardó casi tres años en estar lista para vivir. Tiene de todo lo que necesita un castillo: torres, establos, habitaciones de servicio, pasadizos secretos y hasta rumores de fantasmas…

Royal Ontario Museum
El museo -inaugurado en 1912- se encuentra en una zona universitaria muy vibrante. El ROM tiene más de 6 millones de artefactos, convirtiéndose en el museo de cultura e historia natural más grande de Canadá. Me recordó al Museo de Historia Natural de Nueva York, pero con un toque de arte.
Tienen exposiciones temporales muy buenas. Nosotros fuimos a la de Vikingos (no la serie sino los vikingos reales).
Por otra parte, me parece un museo apto para familias. Sé que los museos pueden ser cansadores para los nenes, pero creo que también son ámbitos ideales para el aprendizaje y, en general, tienen un acercamiento amigable para los más pequeños. El ROM, sin dudas, ofrece opciones para todas las edades.

Tomar el ferry a las islas de Toronto
Cuando quieras descansar del ajetreo de la ciudad, nada mejor que tomarse un ferry y visitar las islas de Toronto. Desde ellas, se puede obtener una vista panorámica de los rascacielos del centro de la ciudad. Nosotros las vimos desde lo alto, pero el frío y la nieve nos hacían alejarnos un poco del agua y del lago Ontario.
Visitar las islas es gratis, pero el ferry no lo es. En verano, el horario es bastante amplio, desde las 6:35 hasta las 23:15 hs, pero en invierno la franja horaria se acorta.
Conocer la Art Gallery of Ontario
Si te gusta el arte y te quedas con ganas de más luego de visitar el ROM, podés seguir visitando museos. Esta obra de arte exhibe más de 80 mil obras, desde el siglo I d.C. hasta la actualidad. Es una de las galerías de arte más grandes de Norteamérica, ya que tiene más de 45 mil metros cuadrados.
Su colección se compone de obras canadienses, del Renacimiento y del Barroco, de arte europeo, africano y de Oceanía, así como también arte contemporáneo.
Recorrer el Distillery District
Justo cuando nosotros fuimos, había una exhibición de luces en el Distillery District, así que fuimos. Al estar cerca del lago Ontario, suele hacer frío en invierno, aunque imagino que es una zona hermosa en primavera y verano. Hay bares, cervecerías y lugares con mucha onda.

Ir de compras
De las tres ciudades que visité en Canadá, Toronto fue la que me pareció más amigable para hacer compras. Tienen uno de los shoppings más completos y lindos que visité, el Eaton Centre. Los precios son levemente más caros que en Estados Unidos, pero igual se consiguen muy buenas gangas.

Ir a ver un partido de hockey sobre hielo
El equipo número 1 de Toronto son los Maple Leafs, pero nosotros no conseguimos entradas para el partido que se jugaba en las fechas en las que estuvimos en la ciudad. Pero fuimos al Air Canada Centre a ver a los Marlies, que participan de la AHL (no es la primera liga, que sería la NHL donde participan los Maple Leafs). Es un juego interesante y muy dinámico. Aunque no entiendas todas las reglas del deporte, es parte de la experiencia canadiense.

Caminar por el St. Lawrence Market
Es un mercado muy famoso de Toronto, que data del siglo XVII, donde venden productos de buena calidad, muchos de ellos orgánicos. Nosotros pasamos por ahí antes del cierre y compramos unas bananas para probar qué tal eran. Hay locales de todo tipo, generalmente de productos frescos como carnes, pescados, frutas y verduras. Es el lugar ideal para ir a hacer algunas compras si querés hacer algún plato gourmet durante tu estadía.

Visitar Kensington Market
Ya que estamos en tema, también pueden ir a Kensington Market, donde además de productos frescos venden ropa, accesorios y diversos productos de Asia y África.
El nombre corresponde al barrio, no a un mercado al aire libre. La zona era, antiguamente, el barrio judío de Toronto. No obstante, alrededor de 1920, los habitantes empezaron a vender diversos productos en el frente de sus casas y así se fue convirtiendo en un mercado gigante. El último domingo de cada mes, las calles se vuelven peatonales.
Patinar sobre hielo
Si es invierno, hay muchas opciones para practicar este deporte. Los canadienses lo hacen todo el tiempo y es tan natural para ellos como respirar. Hay una pista grande y bien mantenida en la Nathan Phillips Square, donde se encuentra el Ayuntamiento y el cartel de Toronto.
Fort York
Para muchos amantes de la historia, esta atracción está en los primeros lugares de su lista. Establecido en 1793, es uno de los sitios más históricos de Toronto. Protegió la ciudad desde fines del siglo XVIII hasta la Segunda Guerra Mundial, en la que Canadá participó activamente como miembro de las fuerzas británicas.
Es también el lugar donde se fundó la ciudad, ya que el Teniente-Gobernador de aquél momento, trasladó la capital de Niágara a Toronto, ya que la primera estaba en zona de conflicto. Hoy en día, se puede visitar el fuerte y ver los edificios militares y conocer su historia.
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Como ven, hay mucho para hacer en Toronto. La lista no pretende ser completa, sino que hay muchos otros lugares que resultan interesantes o que van abriéndose todo el tiempo. A vos, ¿qué lugar te gustó y no está en la lista? ¡Contame!