Desde hace un tiempo se habla de los pasaportes sanitarios para aquellos con el esquema de vacunación completo. Los mismos, de decía, serían la solución al turismo internacional. Pero, ¿realmente lo son?

La pandemia no parece darnos tregua. Con la cepa Delta y la amenaza constante de la tercera ola, surgen cada semana nuevas y posibles medidas para frenar el virus. Los pasaportes COVID parecen ser la panacea en estos días.

Pregunté hace unos días en Instagram si les parecía justo que se implementen este tipo de pasaportes sanitarios COVID para viajes y ocio, y el 85% de los que respondieron dijeron que sí. Los que no estaban de acuerdo, algunos, me dijeron que no era justo si no teníamos todos acceso a las vacunas.

La idea de la implementación de estos pasaportes o permisos verdes viene desde Europa, donde varios países ya pusieron el plan en marcha, como en Francia o España.

Clarín

Según esta nota de CNN Español, hay varios países que están utilizando pasaportes COVID: Israel, Austria, Dinamarca, Eslovenia, Francia, Grecia, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Países Bajos, Japón, Corea del Sur, entre otros.

Pero, ¿en qué consisten estos pasaportes COVID? Simple: todo aquél que tenga el esquema de vacunación contra el COVID-19, ya sea una o dos dosis según la vacuna recibida, puede viajar y acceder a atracciones turísticas, restaurantes, bares, transporte público, etc.

Obviamente, los que están en contra de esta medida, ya sea porque no están a favor de la vacuna o porque simplemente no quieren ser controlados (o vaya a saber uno por qué), hablan de «dictadura sanitaria». Recordemos que no es obligatorio vacunarse contra el COVID en ningún lugar del mundo, pero estas medidas te «obligan» de alguna forma a vacunarte si querés tener una vida social o viajar.  En algunos sitios, como en Francia, ya se pide en bares, recitales, museos, etc.

En un primer momento en el que las vacunas no abundaban en Argentina, yo no veía con buenos ojos estas medidas porque me parecía desigual el acceso entre países más poderosos y los nuestros del mal llamado Tercer Mundo. No obstante, la situación a agosto de 2021 es muy distinta: las vacunas ya no son un lujo. Yo ya recibí la primera dosis de la vacuna el mes pasado y así sucedió con la mayoría de las personas de mi edad que conozco. Incluso los jóvenes de más de 18 años ya se pueden vacunar.

Entonces, todos los mayores de 18 años que se quieran vacunar, pueden hacerlo. Eso cambia las cosas. Y el que no quiere, no está obligado a vacunarse, pero tal vez tenga que quedarse en casa por un tiempo.

Mi idea no es polemizar con los que están en contra de las vacunas (o sólo de esta vacuna) sino presentar un escenario en el que, a nivel mundial, los pasaportes COVID parecen ser el futuro cercano. Así, quienes se mueven por el mundo, pueden hacerlo minimizando el riesgo de llevar el virus (o reduce la probabilidad de enfermarse gravemente si lo contraen).

En palabras de Helge Braun, el jefe de Gabinete de Alemania (que planea instalar un pasaporte sanitario en breve): «Las personas vacunadas tendrán más libertad que las no vacunadas» (Ámbito, 26/07/2021).

En nuestro país, varias provincias ya pusieron en marcha los pasaportes sanitarios. Según una nota de La Nación del 2 de agosto, «La Rioja, Chaco, San Luis, Catamarca y Salta ya instrumentaron esa exigencia para poder participar de determinadas actividades, al igual que algunas localidades de Córdoba. Buenos Aires la iba a instrumentar la semana que termina pero no la reglamentó, aunque hay municipios que tienen la exigencia» (La Nación, 02/08/2021).

Al parecer, el pasaporte COVID es algo que llegó para quedarse. Con esto, no quiero ni intento convencer a nadie. Era una probabilidad que esto sucediera. Y, como dijo el jefe de gabinete alemán, quien no quiera vacunarse tendrá menos libertades. ¿Ustedes qué piensan?

Nair Felis Rodriguez

Nair Felis Rodriguez

Vivo en Buenos Aires desde que nací. Escribo este blog porque me gusta relatar mis viajes; viajo porque me gusta conocer, aprender, descubrir. Soy Lic. en Comunicación, viajera y blogger.
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