Reseña de hoteles: Thalassa Pousada (Arraial do Cabo)

Frente de Thalassa

Debido al éxito de mi reciente post sobre Arraial do Cabo (bueno, denme la oportunidad de triunfar, je), decidí realizar una reseña de la posada donde me estuve alojando junto a mi novio durante dicho viaje.

Como había comentado en el post mencionado, nos hospedamos en Thalassa Pousada, una posada encantadora que se encuentra aproximadamente a 70 metros de Praia dos Anjos. En esta playa no se puede nadar debido a su cercanía con el puerto (está llena de pequeñas embarcaciones, no podrías nadar ni aunque quisieras).

La posada se encuentra a 300 metros del centro histórico de Arraial do Cabo y a 600 metros de la estación de autobuses.

La atención del personal

Las dueñas –Gisele y Laurence- son dos amables señoras francesas (una madre y su hija), que hacen malabares para hablar en el idioma que sea. Tuve la oportunidad de practicar un poco mi francés con la madre, que es con quien tuvimos más contacto. Las dos son muy amables y muy serviciales. Siempre se mostraron dispuestas a ayudarnos.

La habitación

Si bien solamente éramos dos personas, nos hospedaron en una especie de departamento (apartamento) pequeño sin cocina, en el cual podían dormir 4 personas. Tenía una cama matrimonial y una cama marinera ideal para dos niños. Además, contaba con un bonito baño y un balcón encantador para tomar un poco de aire al atardecer. Teníamos heladera para guardar bebidas y algún bocadito, pero al no haber cocina se nos complicaba un poco elaborar nuestras propias comidas. Aunque siempre es válido hacer unos sandwichs con queso (en mi caso, ya que soy vegetariana) o jamón y queso (para mi novio omnívoro).

Habíamos elegido una habitación con ventilador de pared y no con aire acondicionado, ya que era un poco más barata. De todos modos no morimos de calor. Con abrir un poco el ventanal que daba al balcón y prendiendo el ventilador, se pasaba la noche de maravilla.

Había un pequeño TV en la habitación, pero no sintonizaba muchos canales y además todos estaban en portugués. En momentos de aburrimiento, admito que miré alguno de los canales, pero creo que de 5 emisoras, 4 eran canales religiosos.

La habitación estaba decorada con sencillez pero mucha imaginación. Había peces y ranas pintadas en las paredes, creando un ambiente playero en concordancia con el lugar.

Los pisos son de cerámica y la habitación cuenta con ropa de cama completa.

Esta era mi habitación. Se ve el pequeño TV, parte de la cama y la puerta-ventana que da al balcón

El baño

Siguiendo con el tema del calor, es casi innecesario bañarse con agua caliente. El baño contaba con un termotanque o calefón eléctrico en la parte superior de la ducha y tenía dos modalidades: “invierno” y “verano”. Como no suelo bañarme con el agua muy fría, puse el termo en modo “invierno” para que el agua saliera caliente (no mucho) y funcionaba bien.

No había bañera ni videt (algo muy requerido por los argentinos, perdonen nuestras costumbres). Como muchos sabrán, el concepto “videt” no es muy conocido en el mundo. Lo que sí había, al igual que en Río de Janeiro, era una especie de ducha de mano pero que salía del inodoro, tal vez con fines similares al videt. No la usamos.

Simáticos y coloridos peces pintados en la pared del baño

Limpieza

El lugar estaba bastante limpio. Teníamos servicio de limpieza a diario, y cambiaban los jabones y el papel higiénico una vez que se acababa. No me puedo quejar.

Desayuno

El desayuno – que estaba incluido en la tarifa de la habitación – era bastante completo. Podías tomar café, jugo, té, leche y acompañarlo con tostadas, mermeladas caseras, frutas, pan y cereales. La señora que servía el desayuno era muy amable.

Desayuno (ésas son mis manos)

Internet Wi-fi

Si bien teníamos conexión inalámbrica, debo decir que casi nunca funcionó. Esto me decepcionó un poco, ya que por las noches quería revisar mis mails o ver una película online (ya que Arraial do Cabo no tiene mucha vida nocturna) y no podía. Pero funcionó alguna que otra vez. Nos quejamos con las dueñas y dijeron que tenían problemas con el proveedor de internet, que supuestamente ya habían reclamado muchas veces a la compañía pero que no tenían solución. Nos pidieron disculpas y entendimos que no era su culpa, así que las perdonamos, je.

La otra parte de la habitación. Por esa puerta se entraba.

Extras

Cuentan con guías turísticas en varios idiomas, además de diarios locales todos los días, que se pueden encontrar en el living contiguo al área de comedor.

Tienen un hermoso patio lleno de plantas por el que deambula el simpático gato anaranjado que había mencionado en el otro post. El ambiente es ideal para relajarse y disfrutar.

Reservas

Dirección: Rua Bernardo Lenz, 114 – Praia dos Anjos

Teléfono: (22) 2622-2285

Cómo llegar: en auto o bus desde Río de Janeiro (empresa de buses 1001). Se puede llegar en avión hasta Cabo Frío y luego en bus público desde el centro de la ciudad hasta Arraial do Cabo.

Nair Felis Rodriguez

Vivo en Buenos Aires desde que nací. Escribo este blog porque me gusta relatar mis viajes; viajo porque me gusta conocer, aprender, descubrir. Soy Lic. en Comunicación, viajera y blogger.

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2 comentarios

  1. Me ecanto tu blog, llegue aca desde una busqueda en google sobre como llegar a la playa de Forno en Arraial y seguie leyendo otros posts. Vi que hay mucho material de viajes y tenes un estilo muy bueno para escribir, asi gracias! voy a seguir leyendo!
    Saludos desde Cabo Frio! (estoy aca por estos dias)

  2. Muchas gracias por tus palabras, Andy! Espero tenerte de nuevo por el blog.
    Saludos desde Doha!

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