Para comenzar, voy a aclarar que el 2018 fue un año de pocos viajes. Muy lindos y a lugares nuevos, sí, pero hubo muchos menos viajes que en otros años, debido a diversas razones.
El año comenzó muy bien. En febrero, hicimos un viaje a la invernal Canadá, donde Toronto nos recibió con una nevada y fuimos felices en la nieve (previa escala de un día en Montevideo), mientras los canadienses estaban indignados con el clima. Después fuimos en tren hasta Montréal, donde también tuvimos un encuentro con la nieve acumulada, aunque no nevó. Y, por último, vimos nevar y aguanevar (?) en Québec.

Visitamos un montón de lugares turísticos, algunos museos y otros sitios de los que todavía no escribí en el blog (lo tengo pendiente para el 2019).

El segundo y último viaje del año -sí, sólo hubo dos viajes- fue a Cuba, con una escala en Miami, tanto a la ida como a la vuelta. Pero ese viaje fue especial, no cualquier viaje. ¡Fue nuestra luna de miel! Nos casamos el 1 de junio, en un día bastante frío pero con mucho sol, y el 2 de junio volamos a Miami para comenzar con nuestro viaje de novios.

En nuestra luna de miel conocimos La Habana y Varadero, desde donde hicimos una excursión por algunas ciudades centrales de Cuba.

Al volver a Estados Unidos, buscamos nuestro auto alquilado y recorrimos algunas zonas de Miami que no conocíamos, como… básicamente todo, porque nunca habíamos estado más que unas horas en la ciudad. E hicimos el camino hasta Key West, un lugar hermoso con unas playas muy bonitas.

Este año, por primera vez en los seis de existencia del blog, organicé un sorteo junto a Motorola. Todavía está vigente, así que pueden participar hasta el 04/01.

En resumen, fue un buen año. Visité por primera vez dos países que no conocía y que me gustaron mucho. Y empecé a organizar un viaje para el 2019 del que ya van a tener noticias…

Tal vez no hubo muchos viajes, pero este 2018 me trajo bastantes cambios positivos, así que no me puedo quejar. ¿Y a ustedes cómo los trató este año? ¿Viajaron mucho o poco? ¡Cuéntenme!