Visita al Templo de Karnak en Luxor

Luxor es una ciudad maravillosa para sumergirse en el Antiguo Egipto. La que otrora fuese llamada Tebas, es hoy una modesta ciudad turística al sur de Egipto. Pero no tiene nada de modesta la colección de tumbas, templos y lugares de interés para el egiptólogo aficionado.

Información sobre el templo

Es el templo más grande de Egipto. Tiene un perímetro de 2400 metros y lo rodea una muralla con un grosor de 8 metros. En la antigûedad fue el templo religioso más importante del Imperio.

Construido por 30 faraones entre el 2200 y el 360 a. C., su templo principal estaba dedicado a la deidad tebana Amón «el oculto». Karnak es en realidad un complejo de templos formado por varios recintos: el de Amón-Ra, el de Montu, el de Mut, el de Jonsu, el de Opet y el de Ptah. Existió también un lago sagrado que fluía a través del templo, además de numerosas capillas menores, almacenes y estancias que se encontraban dentro del recinto principal.

Templo de Karnak avenida de los Carneros
Avenida de los Carneros que unía el templo de Karnak y el de Luxor
Templo de Karnak sala hipostila
Sala hipóstila

Amón, el dios principal del templo, encarnaba varios conceptos relativos al aire, pues se decía que se encontraba en todo lugar y en todo momento, por eso se lo llamaba «el oculto», pues no podía verse pero sí sentirse. Atendía con generosidad las súplicas del pueblo egipcio. Sus esposas Amonet y Mut aparecen frecuentemente representadas junto a él en grabados y dibujos, lo mismo que su hijo Jonsu. Tanto Amón como su esposa Mut y su hijo constituyeron la tríada tebana (era costumbre representar una ciudad con una pareja de dioses y su hijo).

La entrada está precedida por una avenida de esfinges que unía Karnak con el Templo de Luxor. Dichas esfinges con cabeza de carnero representaban a Amón. Luego de los pilonos colosales de la entrada, se accede a un patio y a su izquierda se encuentra un pequeño templo dedicado a Seti II; a la derecha el templo de Ramsés III; al frente, la sala hipóstila; y, más al fonto, los obeliscos de Tutmosis I y Hatshepsut, además de algunas estancias y capillas menores.

Templo de Karnak columnas
Columnas colosales
Templo de Karnak obeliscos
Obeliscos

Lo más grandioso del templo es tal vez su sala hipóstila, ya que con 134 columnas de 23 metros de altura cada una obra arquitectónica magnífica de la época. Realizadas en piedra, fueron delicadamente talladas.

El templo hoy

Karnak se ha convertido en un punto turístico más del moderno Egipto. Lo que un día fue un gran templo dedicado al Dios de todos los Dioses Egipcios, en la actualidad es un complejo de ruinas donde los turistas siguen embelezados a su guía que les cuenta las maravillosas historias de amores y odios de los faraones. Porque los faraones amaban y odiaban como todos los humanos, sí.

Templo de Karnak faraones en sepia
Estatuas de faraones

Para llegar desde el centro de Luxor hay prácticamente dos opciones: caminar los 3 kilómetros de distancia (con una temperatura arriba de 35 grados, el Sol pegando fuerte y la arena, es para pensarlo) o arreglar con un taxi para que te lleve y te espere o te vaya a buscar a la hora acordada. Yo hice esto último (sin guía) y pagué 50 EGP más propinas.

Es mucho más grande que el templo de Luxor y ofrecen un espectáculo de luces y sonido por las noches. Al parecer, en los momumentos o templos egipcios este tipo de shows es habitual, en lo que a mi experiencia respecta. Yo no presencié ninguna de esas presentaciones.

Templo de Karnak Nair
Quien escribe con un look «el Sol pega demasiado fuerte»
Templo de Karnak jeroglíficos
Dioses acompañando a un faraón

A mí me generó muchas emociones. Estar en un lugar tan simbólico para la historia de la humanidad, con la piel de gallina y al borde de echar una lágrima, cuando aparece uno de esos señores de los que ya he hablado, pidiendo limosna o baksheesh. Me invita a pasar a un lugar prohibido, donde sé que no debería pasar, sólo por unas libras. Vamos, iala, iala, me dice. No, shukran, gracias, le digo y sigo caminando aunque no conocen lo que es un «no». Alguna que otra palabra aprendida del idioma árabe me ha salvado del acoso alguna vez.

No porque el triste presente opaque el glorioso pasado de este gran templo deberías dejarlo de lado. Es una visita obligada si estás en Luxor. Te vas a sorpender a todo momento, preguntándote cómo hicieron en esa época para crear semejante majestuosidad.

Templo de Karnak ruinas bajo el sol
Las ruinas del templo bajo el Sol

Entrada al templo: EGP 65 (aproximadamente USD 9,35 al cambio de hoy, para más info sobre el cambio ingresar a xe.com).

Nair Felis Rodriguez

Vivo en Buenos Aires desde que nací. Escribo este blog porque me gusta relatar mis viajes; viajo porque me gusta conocer, aprender, descubrir. Soy Lic. en Comunicación, viajera y blogger.

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3 comentarios

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