Una de las atracciones más importantes de Escocia y de la ciudad es el Castillo de Edimburgo. No sólo es un famoso edificio escocés sino que también fue escenario de importantes sucesos históricos del país
Edimburgo es una ciudad que se convirtió en una de mis favoritas. No por nada sirvió de inspiración para historias fantásticas como Harry Potter, gracias a sus calles empedraras y sus edificios históricos. Y su castillo no es la excepción.
El célebre castillo fue construido en el siglo XII sobre un volcán extinto de 700 millones de años, sobre la colina Castle Rock. Su ubicación es estratégica, ya que solamente se puede acceder por la puerta de entrada, estando flanqueada por acantilados en tres de sus lados. Estando ahí arriba, hacía más fácil la defensa de la fortaleza y la convertía en un punto de observación ideal en caso de posibles ataques.

Al norte del castillo, donde hoy se encuentran los jardines de Princes Street, había un lago llamado Nor Loch que colaboraba con la defensa del castillo, ya que hacía más difícil a los invasores enemigos la llegada a la fortaleza. Ese lago fue secado en el siglo XIX, cuando dejó de ser útil para fines defensivos.

Un poco de historia
Se cree que la colina de Castle Rock estuvo habitada desde la Edad de Bronce, pudiendo ser el sitio habitado más antiguo de Escocia, pero nunca pudo ser confirmado. Sí se sabe con seguridad que los moradores de esa zona comerciaban con los romanos, ya que encontraron objetos de dicho imperio en el área. Los romanos colonizaron la isla de Gran Bretaña entre el siglo I y el II d. C.

Se escuchó hablar de un castillo en Edimburgo por primera vez en el año 1093 d. C., a través del relato de John de Fordun sobre la muerte del rey Malcom III. En el siglo XII, el hijo de dicho monarca, el rey David, celebró la primera reunión de la nobleza en el castillo. Se cree que los primeros edificios fueron de madera, siendo de piedra solamente dos: la capilla de Santa Margarita (el edificio más antiguo de toda la ciudad) y una iglesia dedicada a Santa María, de la que no se conservan restos.

Así como Escocia, el castillo cambió de manos durante varios siglos: los ingleses aprovechaban cualquier oportunidad para invadir Edimburgo y su fortaleza, volviendo a manos escocesas años después. Fueron largas idas y venidas a lo largo de los siglos hasta que la corona británica anexionó definitivamente a Escocia dentro del Reino Unido.

El castillo, indudablemente, influenció a más de un escritor. Allí sucedió el hecho conocido como la «cena negra». Corría el año 1437 y el guardián del castillo era Sir William Crichton, quien deseaba la regencia del reino escocés, y para ello debía eliminar a la familia más poderosa entre todos los clanes, los Douglas. Para ello, brindó una gran cena en la que invitó al conde de Douglas y a su hermano menor. Todo era una trampa, pues su intención era matarlos. Se sabe que este suceso inspiró a George R. R. Martin, el creador de la saga Canción de Hielo y Fuego, para escribir las escenas de la Boda Roja.

Pero uno de los residentes más famosos del castillo y, tal vez, el miembro más famoso de la realeza escocesa fue María Estuardo (Stuart), conocida como Mary Queen of Scots, tanto amada como odiada por su pueblo. Hija del rey Jacobo V, se convirtió en reina con una semana de movida, luego del fallecimiento de su padre. Fue una de las reinas más famosas de la historia. El año pasado se estrenó la película Mary Queen of Scots, protagonizada por Saoirse Ronan como la mismísima María. También hay una serie de Netflix llamda Reign, pero es medio novelita adolescente.

En el mismo castillo, María dio a luz a su único hijo y sucesor, Jacobo VI, quien reinaría por primera vez tanto Escocia como Inglaterra.

En el siglo XVII se realizaron varias refacciones al castillo, ya sin intentar darle un aspecto más palaciego. Se repararon las murallas y se reconstruyó la Batería de la Media Luna, donde hay varios cañones ubicados estratégicamente, y la Portcullis Gate. En 1650, Escocia fue invadida por Oliver Cromwell, quien tomó el castillo.

Ya en el siglo XVIII, se inició el primer levantamiento jacobita, que en las decádas de 1720 y 1730 intentarían tomar el castillo pero no lo lograrían. Debido a esto, se realizaron mejoras en las defensas de la fortaleza, que se vio amenazada nuevamente en 1745 con el segundo levantamiento jacobita. Como muchos sabrán, los jacobitas perdieron y triunfaron los ingleses o «casacas rojas». En el castillo había una exposición que explicaba la historia del conflicto.

Desde el sigo XIX, el castillo de Edimburgo perdió su función militar y de prisión, ya que se convirtió en monumento nacional. Sir Walter Scott recuperó los Honores de Escocia (las joyas de la corona) e Inglaterra devolvió el famoso cañón Mons Meg. En 1830, ya estaba abierto a los visitantes.

Visitar el castillo de Edimburgo
Hoy en día, es una de las atracciones más populares de Edimburgo y de Escocia. Se requiere medio día para visitarlo tranquilamente. Nosotros fuimos durante la mañana y mediodía al castillo y, por la tarde, fuimos al Palacio de Holyroodhouse, así pudimos comparar los contrastes entre ambos.

¿Qué se puede ver dentro del castillo de Edimburgo?
- La Capilla de Santa Margarita, que es el edificio más antiguo de la ciudad.
- Los Honores de Escocia, es decir, las joyas de la corona. Se exhiben en el Palacio Real, junto a la famosa Piedra del Destino, sobre la cual se coronaban a los monarcas escoceses y que fue robada por los ingleses en el siglo XIII y recién devuelta en 1996. No se puede tomar fotos.
- El cañón de la una en punto, que se dispara todos los días a esa hora, excepto los domingos.
- Mons Meg, un enorme cañón del siglo XV, que demuestra la fuerza militar del reinado de Jacobo II.
- Las prisiones del siglo XVII y XIX. Hay una exposición llamada Prisons of War, donde se muestra cómo eran dichas cárceles dentro del castillo.
- El Museo Nacional de la Guerra de Escocia, que hace un repaso de más de 400 años de historia militar del país.

Tengan en cuenta que, antes de ingresar, hay un control de seguridad.

Info útil
Entradas: a julio de 2019, el precio de la entrada de adultos (de 16 a 59 años) es de 19,50 libras en la boletería y 17,50 libras si las compras online. Los mayores de 60 y los niños tienen descuento. Ver más información en la web del castillo. Si quieren saber más sobre otros sitios históricos del país, visiten la página de Historic Scotland.
Horarios: desde abril a septiembre, de 9 a 18 hs (última entrada a las 17 hs); de octubre a marzo, de 9 a 17 hs (última entrada a las 16 hs).
Dirección: Castle Hill. Se puede llegar tranquilamente a pie por la Royal Mile.
Muchas gracias a Visit Scotland y a Historic Scotland, que hicieron posible nuestra visita al castillo.