Una excursión bastante habitual para aquellos que hacen un viaje a Las Vegas y desean salir un poco de la ciudad es visitar la Presa Hoover (o Hoover Dam, en inglés). Es mucho más cerca que el Gran Cañón y no lleva más de medio día.
No voy a negar que soy un bicho de ciudad, pero en lugares como Las Vegas extraño un poco la naturaleza. Y estando rodeada de zonas desérticas y cañones, no podía dejar de conocer algunos de los entornos naturales más bonitos del estado de Nevada.

Visitar la Presa Hoover desde Las Vegas es una de las excursiones típicas que se hacen si no tenés tiempo de ir al Gran Cañón. Nosotros no pudimos ir porque nos iba a tomar todo un día y entre nueve y diez horas de viaje en auto. Como nos parecía demasiado y queríamos visitar otras cosas en la Ciudad del Pecado, decidimos dejar la visita al Cañón para otro viaje, porque siempre podemos volver a Estados Unidos 🙂

La presa se construyó entre 1931 y 1936. Antes se llamaba Presa Boulder, pero se cambió su nombre en honor a Herbert Hoover, personaje que hizo posible la obra y que luego fue presidente de los Estados Unidos.

¿Qué ver en la Presa Hoover?
Aunque de entrada te suene aburrido, visitar una presa (o represa) es algo bastante interesante y educativo. Creo que conocer un destino no es sólo ir a los lugares más turísticos sino también entender el cómo funciona la vida en el lugar.

Sin la Presa Hoover, la ciudad de Las Vegas sería un desierto (que lo es) sin agua ni energía, así como gran parte de los estados del sudoeste de Estados Unidos.

Para decirlo simplemente, la importancia de la Presa Hoover radica en su complejidad: es una de las obras de ingeniería más asombrosas del siglo XX y una de las presas más grandes del mundo. Tal vez nos parezca algo mínimo hoy en día, pero en su momento fue una construcción extraordinaria.

Gracias a la existencia de esta presa se creó el famoso lago Mead, que se ve ni bien llegas al lugar. Un lago artificial en un lugar desértico tiene un valor más importante del que creemos. Y se ve muy lindo en fotos, la verdad. En realidad es gracias también al río Colorado, que es encauzado por la presa y da lugar al lago Mead.

Hay 3 diferentes tipos de tour: el del centro de visitantes (Visitor Center Admission), el de la planta eléctrica + centro de visitantes (Powerplant Tour) y el tour de la presa (Dam Tour). Nosotros hicimos el Powerplant Tour porque nos pareció un buen balance entre precio y acceso a parte de la presa que no se ve sin pagar.

Para entrar al Centro de Visitantes hay que pagar sin excepción.

El Powerplant Tour consiste en un videito donde te muestran la historia de la presa y cómo fue construida. Después un guía te lleva hacia abajo en un ascensor para poder acceder a la planta hidroeléctrica que alimenta a varios estados del sudoeste del país. Nunca había visitado un lugar así y es bastante interesante porque te cuentan cómo se produce la energía y cómo es distribuida.

El tour de la planta eléctrica dura aproximadamente media hora y el de la presa dura una hora. Sumale además que vas a recorrer el Centro de Visitantes y la presa por fuera, así que tenés fácil entre dos o tres horas de visita. Y el trayecto en auto desde Las Vegas es de aproximadamente 45 minutos, dependiendo del tránsito.
Gran parte de la planta hidroeléctrica funciona bajo tierra, por lo que vas a estar en túneles y bajando/subiendo ascensores durante todo el recorrido.

Lo bueno es que ahí abajo está fresquito y es ideal para cuando hace mucho calor y pega el sol con todo.

No te sorprendas al ver banderas estadounidenses por todos lados. Al ser una planta de energía tan importante, el Gobierno considera que es un punto clave en la defensa del país y en momentos tensos como guerras o en épocas de ataques terroristas, el acceso a la presa está cerrado y el cruce por sobre el río Colorado a la altura del lugar se restringe. Eso demuestra la importancia estratégica de la presa Hoover en la región sudoeste de Estados Unidos.

Parte de la información sobre el funcionamiento de la presa y la planta eléctrica también se completa con un recorrido por el Centro de Visitantes, donde hay infografías, fotos y exhibiciones participativas para que comprendas bien el proceso de «recibir» el agua y transformarla en energía.

Y desde el Centro de Visitantes se puede salir a un balcón donde las vistas son espectaculares.

Si decidís ir a la presa por la mañana, a la vuelta podés pasar por Boulder City (la ciudad natal del personaje de Emma Stone en La La Land) y parar a almorzar. O lo mismo si estás de pasada por la ciudad y vas a llegar a la presa después del mediodía. Hay un restaurant cerca del Centro de Visitantes pero los precios son algo elevados y no hay muchas opciones. Es mayormente comida rápida.
Algo que vale la pena aclarar es que tanto para hacer los tours como para ingresar al Centro de Visitantes, te hacen un scanneo de seguridad y no podés entrar con botellas con líquido, a excepción de agua. Yo tenía una botella de gaseosa recién comprada en el restaurant y no me la dejaron pasar, pero me dejaron tomar lo que quedaba y tirarla en un cesto. La botella de agua que tenía mi novio sí la dejaron pasar.
Info útil
Página web: www.usbr.gov/lc/hooverdam
Estacionamiento: tiene un costo de USD 10, pero si atravesas al lado de Arizona se puede estacionar gratis.
Entradas: se puede vistiar la presa sin comprar ninguna entrada, sólo que no vas a poder acceder al Centro de Visitantes. Para acceder al Centro de Visitantes cuesta USD 10 para adultos y es gratis para niños menores de tres años. El Powerplant Tour cuesta USD 15 y el Dam Tour cuesta USD 30.
Cómo llegar: se puede ir en tour contratado o en auto alquilado. Tomá la I-595 y después la US-93 desde Las Vegas.